El Gobierno británico gastó más de 11 millones de libras esterlinas (más de 14 millones de dólares), provenientes de fondos públicos, para enfrentar la demanda de disculpas, compensación y enjuiciamiento que entablaron en su contra el disidente libio Abdel Hakim Belhaj y su esposa, Fatima Boudchar, secuestrados en 2004 por el servicio secreto MI6, informa The Guardian.
A los abogados del Gobierno se les pagó un total de 5,6 millones de dólares del dinero público por trabajar en el caso, mientras que los de Belhaj y Boudchar recibieron 8,9 millones tras ganar el juicio. El enorme gasto muestra los esfuerzos que hizo el Gobierno para rebatir la demanda de Belhaj, que, además de una disculpa formal y una reparación monetaria, también exigió el procesamiento de un oficial de inteligencia británico involucrado en los atropellos de que fueron objeto.
Según documentos internos de la seguridad libia, la CIA secuestró a Belhaj junto con su esposa embarazada en un aeropuerto de Tailandia, en 2004. El MI6, a su vez, coordinó con la CIA y una agencia de inteligencia libia para retener a la pareja y enviarlos de regreso a Libia, donde fueron encarcelados por supuestos vínculos con grupos armados. Después de siete años en prisión, Belhaj fue liberado en el marco de un programa de "desradicalización", mientras que su esposa salió libre poco después de dar a luz.
En su demanda, Belhaj alegó que los oficiales de inteligencia británicos sabían que estaba siendo torturado en prisión, pero no hicieron nada para ayudarlo. Su esposa embarazada también sufrió torturas.
Finalmente, después de ocho años de extensas acciones legales, el Gobierno británico cedió y ofreció una disculpa sin precedentes por el maltrato que sufrieron ambos. Boudchar finalmente recibió una compensación de 500.000 libras estrelinas (645.000 dólares), mientras que su marido logró lo único que exigía: una disculpa pública.