Kim Jong-un aseguró que Washington adoptó "una actitud de mala fe" en las negociaciones durante la cumbre entre los dos países celebrada en febrero en Hanói, informa la agencia norcoreana KCNA.
"La situación en la península coreana y en la región ahora está estancada y ha llegado a un punto crítico en el que puede volver a su estado original, ya que EE.UU. adoptó una actitud unilateral de mala fe en las recientes negociaciones de la cumbre Corea del Norte-EE.UU.", aseguró el líder norcoreano.
Durante su reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, que tuvo lugar este jueves en Vladivostok, Kim enfatizó que la paz y la seguridad en la península dependerán por completo de la actitud futura del país norteamericano.
El presidente ruso, a su vez, declaró en la rueda de prensa tras el histórico encuentro que "está contento" con los resultados de las negociaciones y definió a Kim Jong-un como a una persona que "sabe llevar una discusión de manera abierta" sobre el conjunto de cuestiones de la política internacional. Además, durante la reunión Putin aceptó la invitación de Kim de hacer una visita al país asiático.
Hace dos semanas, el líder de Corea del Norte vaticinó un panorama oscuro en caso de que EE.UU. decida continuar su "política hostil" contra Pionyang, y condicionó la celebración de una tercera cumbre bilateral a un cambio de actitud respecto a la anterior.
Kim estableció el final de este año como fecha límite para que Washington adopte la "postura correcta" y se pueda celebrar una tercera cumbre bilateral. La segunda cumbre Trump-Kim se celebró los días 27 y 28 de febrero en Hanói, Vietnam, pero finalizó antes de lo previsto sin que se llegara a un acuerdo.