Los altos niveles de incidencia delictiva y violencia en México, que solo durante el 2018 dejaron más de 33.000 muertos, ponen en crisis la seguridad de niñas, niños y adolescentes: diariamente tres de ellos son asesinados en el país latinoamericano.
Un informe de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), una organización que trabaja desde hace 10 años en los impactos que tiene la violencia en la niñez mexicana, da cuenta que un total de 285 niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de homicidio doloso durante el primer trimestre de 2019.
El documento, presentado este viernes, revela además que, de enero de 2015 a marzo de este año, fueron asesinados en México 4.299 menores de 18 años y la tendencia es que estos crímenes continúen en la presente Administración, bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, si no se hace un cambio en la estrategia de combate a la delincuencia, advirtió Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Redim.
A juicio de Alicia Vargas, presidenta del consejo directivo de la red, los altos niveles de violencia en la nación latinoamericana se deben a una fallida estrategia de seguridad, basada en la militarización y corrupción: "La nueva Administración muestra la misma tendencia de militarización, con la Guardia Nacional, manteniendo el pacto de impunidad y, por ello, los altos niveles de violencia contra niños, niñas, y adolescentes del país", aseguró.
Más víctimas, una misma estrategia
En un país, donde uno de cada tres ciudadanos son menores de edad, 4 % del total de homicidios cometidos son contra ellos, explicó Pérez García al presentar el informe.
El estado de Chihuahua, al norte de México, concentra el mayor número de menores de edad víctimas de una muerte violenta con 507 casos; le sigue el Estado de México (centro) con 424; Guerrero, 343; Guanajuato, con 318; y Jalisco con 247, según el reporte de Redim.
"El mes más violento para la población de 0 a 17 años fue junio de 2018 donde 222 niñas, niños y adolescentes perdieron la vida de forma violenta (7,4 muertes al día durante este mes); el segundo mes más violento fue septiembre de 2016, donde se registraron 162 muertes violentas", señala el reporte.
Pérez García también llamó la atención sobre la estrategia de seguridad implementada desde el Gobierno. "No vemos ninguna diferencia en la estrategia de seguridad de Felipe Calderón (presidente de 2006 a 2012), Enrique Peña Nieto (2012-2018) y Andrés Manuel López Obrador, es la misma continuidad. No sé si son los mismos, si son iguales, pero es la misma estrategia", concluyó.
En 2018, México registró 33.341 homicidios dolosos y 861 feminicidios, convirtiéndose en el año más violento desde que se tienen registros oficiales.
La creciente violencia significó el deterioro de la paz en 22 de los 32 estados de la República, además de representar un impacto económico que se estima en 5,16 billones de pesos (aproximadamente 268.000 millones de dólares), o el equivalente a 24 % del Producto Interno Bruto (PIB), según se desprende del 'Índice de Paz México 2019'.
La Redim hizo un llamado al Estado mexicano a construir una política para prevenir y frenar la violencia armada que viven niños, niñas y adolescentes.
El pasado 19 de abril, en Minatitlán, Veracruz, un niño de un año de edad fue asesinado con violencia extrema durante una masacre donde fueron asesinadas 13 personas más.
Asimismo, el domingo pasado, en Comalcalco, Tabasco, una joven de 15 años, un niño y un bebé fueron víctimas de violencia a manos de grupos armados, informó la prensa local.