El Banco Central argentino (BCRA) ha decidido eliminar este lunes la denominada "zona de no intervención" cambiaria para volver a vender dólares con el objetivo de reducir la volatilidad del tipo de cambio.
La medida, que recibió el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI), se debe a la fuerte suba de la divisa norteamericana observada en los últimos días, luego de haber alcanzado un pico máximo de 47,50 pesos el pasado jueves.
Con el objetivo de contener la suba, el Comité de Política Monetaria (COPOM) consideró que el BCRA "debe reforzar el sesgo contractivo de la política monetaria interviniendo en el mercado cambiario para reducir más agresivamente la cantidad de pesos y, de esta manera, contribuir al adecuado funcionamiento de dicho mercado", anunció la entidad en un comunicado.
Estas intervenciones tendrán lugar tanto dentro como fuera de lo que se había definido hasta ahora como Zona de No Intervención (ZNI).
Esto implica que el BCRA podrá realizar ventas de dólares aún si el tipo de cambio se ubicara por debajo de 51,448 pesos, cuyo monto y frecuencia dependerán de la dinámica del mercado.
A su vez, en el caso de que el tipo de cambio se ubicara por encima de 51,448 pesos, el BCRA incrementará de 150 a 250 millones de dólares el monto de la venta diaria estipulada hasta ahora.
El FMI respaldó el cambio en la política monetaria
Tras el anuncio, el FMI salió a respaldar las nuevas medidas. Gerry Rice, vocero del organismo, aseguró este mismo lunes que los cambios en la política monetaria de la Argentina cuentan con el apoyo de la institución multilateral de crédito que preside Christine Lagarde.
"El Banco Central de Argentina introdujo hoy importantes medidas para abordar la reciente volatilidad del mercado financiero y del tipo de cambio. Apoyamos estas medidas que están bien calibradas para los desafíos que enfrenta el país", dijo Rice en un comunicado.
La cotización de la moneda estadounidense en Argentina subió el jueves más del 4 % en un solo día, en una jornada en la que el riesgo país superó los 100 puntos básicos por primera vez en la gestión del presidente Mauricio Macri, reflejando un síntoma de la difícil crisis económica y la desconfianza de los mercados.