Científicos reportan que una mandíbula hallada en el Tíbet pertenecía a un denisovano de hace 160.000 años, según un estudio publicado en la revista Nature.
Se trata de la primera evidencia de esta especie encontrada fuera de las Cuevas de Denisova, en Siberia.
El fósil fue escubierto en 1980 por un monje local en el condado chino de Xiahe, pero solo ahora los científicos han logrado realizar el análisis de una proteína antigua extraída del fósil e identificar a la especie.
"La mandíbula de Xiahe probablemente representa el fósil homínido más antiguo de la Meseta tibetana", explica el autor del estudio, Fahu Chen. Según el experto, este antepasado ya se había adaptado a vivir en este ambiente de elevada altitud y bajo de oxígeno, mucho antes de que el Homo sapiens llegara a la región.
Los investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva opinan que esta mandíbula tuvo que pertenecer a una población relacionada estrechamente con los habitantes de las Cuevas de Denísova.
Los denisovanos, también conocidos como 'hombres de Denísova', son una especie aún bastante enigmática para la ciencia. Se sabe que vivieron en Siberia y que, probablemente, proceden de una separación de la rama del árbol genético de la especie humana que dio origen a los neandertales. Hasta ahora, los únicos fragmentos conocidos de fósiles de este especie habían sido hallados en las Cuevas de Denisova, en Altái (Rusia).