Tribunal de EE.UU. decide que sea un museo madrileño el que conserve un cuadro de Pissarro saqueado por los nazis
Un juez de Los Ángeles (EE.UU.) decretó este martes que el Museo Thyssen-Bornemisza, ubicado en Madrid (España), es el legítimo propietario del cuadro 'Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia', del francés Camille Pissarro, que fuera robado por el nazismo alemán en 1939, informa AP.
El museo madrileño luchó por 20 años con tal propósito en el juzgado de EE.UU., en enfrentamiento jurídico contra la familia de una mujer judía, Lilly Cassirer, que en su momento se vio obligada a cambiar el cuadro por su libertad cuando intentó huir de la Alemania nazi justo antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
En 1976, el barón Thyssen Bornemisza adquirió el cuadro en una galería de Nueva York, por 300.000 dólares, y posteriormente lo vendió a la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza.
Según la legislación española, si un coleccionista no sabe, al momento de adquirirla, que una obra de arte fue saqueada, tiene todo el derecho de conservarla.
El juez federal John F. Walter dijo que no tuvo otra alternativa que aplicar la ley española, y dictaminó que el museo siga detentando la propiedad del cuadro, ya que en el momento de la compra el barón no sabía que la obra había sido expoliada.
Sin embargo, según Bloomberg, Walter criticó a España por no cumplir con los llamados Principios de Washington sobre Arte Confiscado por los Nazis, que obligan a los países firmantes a devolver a sus legítimos dueños las obras saqueadas por el fascismo alemán, y con la Declaración de Terezin, que respalda esos principios.
Además, el juez añadió que hubo circunstancias sospechosas que debieron haber llevado al barón español a asegurarse de la legitimidad del vendedor antes de adquirir la obra.
"Disentimos respetuosamente de que el tribunal no pueda obligar al reino de España a cumplir sus compromisos morales", declaró el abogado de la familia Cassirer, Steve Zack, tras declararse el fallo. No dijo si los Cassirer planean apelar la decisión.
En 1958, cuando todos pensaban que el cuadro se había perdido definitivamente, los Cassirer recibieron del gobierno alemán 13.000 dólares en concepto de reparación.