Con tres rutas de evacuación deficientes, de tamaño reducido, asfalto dañado o simples terraplenes, y un albergue en el abandono, el poblado más cercano al cráter del volcán Popocatépetl, Santiago Xalitzintla, en Puebla (centro de México), es una bomba de tiempo que se ha acelerado desde marzo pasado cuando, por primera vez desde 2013, una nueva explosión provocó que el Gobierno mexicano declarara alerta en "amarillo fase 3", la antesala de la alerta roja, pero que este martes fue disminuida a "amarillo fase 2".
Santiago Xalitzintla, perteneciente al municipio de San Nicolás de los Ranchos, se ubica a solo 12 kilómetros del cráter del volcán, siendo una de las poblaciones más vulnerables por lahares, corrientes de lodo y escombros volcánicos que descienden por las laderas del volcán hasta depositarse e inundar zonas bajas.
La precariedad y la situación geográfica de esta localidad la colocan como una zona de amenaza alta: se encuentra en la desembocadura de la barranca Huiloac, es bordeada por la barranca Alseseca y, además de las mala condiciones de las tres rutas de desalojo ante una eventual erupción, no cuenta con hospital ni estación de bomberos.
La barranca Huiloac atraviesa la localidad, lo cual facilita que los lahares lleguen a la población, como sucedió en marzo de 1997 cuando un flujo de lodo volcánico tocó Santiago Xalitzintla, afectando una casa e inundando varios lotes con árboles frutales, documentó en su momento una medición de riesgos volcánicos a corto plazo.
"Volcanes como el Vesubio y Campi Flegrei, en Italia; Popocatépetl, en México; Sakurajima, en Japón; y Nevado del Ruiz, en Colombia, son escenarios de estudio por la formación de importantes flujos de gravedad; de este modo, los lahares se convierten en una amenaza latente para poblaciones que se encuentran alrededor de volcanes", destaca una evaluación de vulnerabilidad hecha por la Sociedad Geológica Mexicana.
Las recientes explosiones y exhalaciones del 'Popo' –como se le dice comúnmente- han alarmado a sus habitantes. "El miedo nos entró el mes pasado (marzo), porque nunca lo habíamos escuchado así, ha habido erupciones, pero no como esta, que se cimbra la tierra, se sintió muy fuerte, tronaba, movía las casas, como un sismo, como una bomba cuando truena, por eso nos alarmó mucho el volcán y pedimos mucho a las autoridades que nos apoyen", apunta Salomón Galicia Mateo, presidente auxiliar de Santiago Xalinztla.
Fue la explosión del pasado 28 de marzo la que provocó que las autoridades, tanto del Gobierno federal como del estatal, voltearan a ver a esta población de solo 2.000 habitantes y comenzaran labores de rehabilitación de las rutas de evacuación, que no miden más de 3 metros de ancho y cuyo abandono es evidente.
"Le pedimos al Gobierno que nos apoye con las rutas de evacuación, ahorita ya se lleva un avance del 30 %, ya nos ampliaron los caminos, la verdad queremos que se apresuren para que cuando haya una contingencia más fuerte, podamos evacuar más rápido, ya solo esperamos que nos lo terminen bien, ya que el volcán no nos va a avisar cuándo va a hacer erupción", refiere Galicia Mateo.
Actualmente hay tres rutas de evacuación: la de la calle Independencia, que es el camino central del poblado y por donde, a momentos, es imposible que dos autos circulen al mismo tiempo; la 7 norte que conecta con el llamado Paso de Cortés, un camino de terracería que comunica con el municipio de Amecameca, en el Estado de México, y por donde un auto común no puede avanzar debido a las malas condiciones en que se encuentra, como comprobó este medio, y una ruta de emergencia cercana a la barranca de Huiloac, al norte del poblado.
"Estaban muy angostitas (las rutas), cabía un carro, y la verdad para hacer una evacuación no se podía. Ya nos han tocado dos evacuaciones y, en la primera, hubo una congestión tremenda, se descomponían los carros y ahí se quedaba la fila de carros, venían las grúas, pero no se los podían llevar, la gente se desesperaba, se ponía a llorar", recuerda el presidente auxiliar.
Lo mismo alude Cecilia, una joven 23 años que hace tres años dejó el poblado para emigrar a Ciudad de México, pero que en los días de asueto despacha la tienda de abarrotes de sus padres, a solo unos metros de la barranca de Huiloac: "A mí, de chiquita, me tocó una evacuación y sí, es muy complicado salir, porque pasa un coche o pasa otro, es imposible si van todos al momento, como pasa en las evacuaciones, porque están muy reducidos los caminos".
Sin embargo, una de las apuestas de los pobladores es evacuar a pie hacia un albergue construido en lo alto de Santiago, aunque el camino y uno de los puentes que comunican hacia él también son reducidos y presentan daños, y el propio refugio, construido en 2002, se encuentra en el abandono.
"En una situación de emergencia, es correr, no agarrar vehículos... en caso de un deslave, correr, estar arriba, o sea salvarse, es lo que queremos. Todos subir al albergue", destaca Galicia.
Actualmente, la comunidad realiza simulacros de desalojo con los alumnos de la escuela primaria Benito Juárez, la única del lugar, quienes suben caminando hacia el refugio en un tiempo estimado de 30 minutos.
Asimismo, cuenta el presidente auxiliar de Santiago Xalinztla, alistan el primer simulacro de evacuación en el que participaría todo el pueblo. "Estamos teniendo comunicación con nuestro pueblo, vecinos, alumnos, maestros, con toda la comunidad para hacer un simulacro de todo el pueblo, pero aún no sabemos cuándo lo vamos a hacer; vamos a tomar opiniones de todos para, en una evacuación, saber qué es lo primero que tenemos que hacer. Ya las autoridades nos han dado indicaciones, como tener nuestros documentos a la mano, alimentos…".
El riesgo por 'Don Goyo'
'Don Goyo', como también se le conoce al volcán debido a una leyenda que refiere que ese es el nombre de la personificación del espíritu del coloso, se localiza entre los límites territoriales de los estados de Morelos, Puebla y Ciudad de México, y está catalogado como uno de los más peligrosos a nivel mundial por los más de 25 millones de personas que habitan en un radio aproximado de 100 km del cráter, con base en el informe 'Historia de la actividad del volcán Popocatépetl - 17 años de erupciones', del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
Después de 70 años inactivo, el 21 de diciembre de 1994, el Popo reinició su actividad eruptiva, la cual se mantiene hasta la actualidad. Desde entonces, ha tenido etapas explosivas caracterizadas por la formación de domos de lava al interior del cráter; las cenizas, producto de erupciones, han alcanzado poblaciones como Ciudad de México y la ciudad de Puebla; y en dos ocasiones varios lahares han llegado a Santiago. El volcán es monitoreado las 24 horas del día por el CENAPRED mediante una red de 15 estaciones.
Vivir bajo el volcán
Santiago Xalitzintla se ubica en el municipio de San Nicolás de los Ranchos, donde el 82,7 % de su población se encuentra en pobreza, 55 % de ellos en pobreza moderada, mientras que 25 % o más se ubican en situación de pobreza extrema. Asimismo, el 56 % no tiene acceso a los servicios de salud, con base en información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Actualmente en Santiago suman alrededor de 2.000 habitantes, pues varios de sus pobladores se han ido ante la falta de oportunidades y por el riesgo que implica el volcán, menciona el presidente auxiliar. "Por eso mismo la gente buscó salir y buscar medios de vida, ya emigró el pueblo, vienen en las fiestas, vienen a sembrar su terrenos y se van".
Magdalena, una mujer que vende antojitos en la plaza central, siempre ha vivido en Xalitzintla, "es bonito, es tranquilo, el único problema es el volcán, bueno no problema, pero vivimos con la precaución de que está allí. Estamos conscientes de que si un día llega a hacer erupción y llegamos a salvarnos, pues hay que salir, mientras esté tranquilo el volcán, no tenemos miedo, pero sí cuando está retumbando".
Mientras echa tortillas al comal, Magdalena trata de explicar cómo suena el coloso cuando explota: "Se escucha como si fuese una bomba, de repente solo oyes el trancazo, hace ¡pum!, y ya sabemos que es el volcán y todos salimos, intentamos buscar un punto que nos permita ver hacia el volcán".
Hace tres años, Cecilia dejó el pueblo para irse a vivir a Ciudad de México, fue por aquel tiempo que el Popo también 'tronó', aunque –relata la joven de 23 años- no se dijo nada en las noticias: "Hace como tres años, no salió en la televisión ni por internet, el ruido del volcán era diario como el de una olla de frijoles, durante cuatro días. Esa vez sí nos dio miedo, porque era como una olla de frijoles hirviendo todo el tiempo, pero, al final, te acostumbras, de pronto truena y todos salen a ver, solo es estar atento al volcán".
Para el Gobierno, atender las rutas de emergencia en la población de Santiago Xalinztla es una gran tarea, porque "es mucha angustia", explica Galicia e insiste en la solicitud de auxilio para mejorar los caminos que podrían salvarles la vida. "Lo importante es estar preparados, no estar nada más sintiendo, es como si fuera una bomba de tiempo, el volcán no avisa".
Paola Morales
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