El miércoles pasado, una huésped descubrió una cámara oculta en un piso que arrendó a través de la plataforma Airbnb en la ciudad china de Qindao, informa South China Morning Post.
La mujer, que se presentó a los periodistas bajo el pseudónimo de Yunfei y detalló que se especializa en seguridad informática, dijo que empezó a sospechar cuando notó sensores de movimiento en la entrada y en dos dormitorios del apartamento.
"Parecía extraño, dado que el piso no ha sido adaptado para la domótica", explicó.
Después de examinar el televisor y los detectores de humo, —camuflajes frecuentes para cámaras ocultas—, descubrió una luz extraña en la barra lateral de un enrutador que estaba frente a su cama. Al desmontarlo, observó una cámara con tarjeta de memoria y llamó a la Policía.
Como esclarecieron los agentes, el dueño del piso –ahora detenido por 20 días– había grabado a sus huéspedes desde marzo.
El hombre formaba parte de la categoría 'superhost', "un grupo de anfitriones que sirven de ejemplo e inspiración al resto de los miembros de la comunidad" de Airbnb, según la plataforma.
"Nos disculpamos sinceramente ante la cliente y eliminamos el piso de nuestra lista de apartamentos", cita el diario a un portavoz de la compañía.