YouTube produce una huella de carbono de 10 millones de toneladas métricas anuales en equivalentes al CO2, volumen que podría ser reducido en un 5 % mediante un sencillo paso: bastaría que esa plataforma posibilitara la reproducción de videos musicales sin tener que mantener la pantalla encendida, reveló un reciente estudio de investigadores británicos.
Esas cifras se infieren a partir de la duración global de sus transmisiones, que llega hasta 1.000 millones de horas al día, de las cuales un 27 % corresponde a videos musicales. Un escenario propuesto por los científicos supone que la mitad de ellos solo se escucha y por lo tanto no necesita del componente visual. Según los cálculos, si los usuarios pudieran en tales casos apagar la pantalla de sus dispositivos móviles, le ahorrarían al ambiente 586.000 toneladas métricas de equivalentes de CO2 cada año, lo que se aproxima al cúmulo de emisiones producidas en igual lapso por un promedio de 150.000 habitantes del planeta.
Los ahorros totales deberían ser aún mayores, ya que el estudio se limita deliberadamente al contenido musical, dejando de lado la posibilidad de aplicar el mismo esquema de reproducción a otros tipos de videos.
"La gente está consciente de la significativa cantidad de energía que usan los centros de datos. (…) Pero para un servicio de transmisión como YouTube, la mayor parte de la energía se utiliza en la red, especialmente en la red móvil", cita un comunicado de la Universidad de Bristol al profesor Chris Preist, uno de los autores del estudio.
Por ahora, la reproducción de fondo solo está disponible bajo la suscripción a YouTube Premium.