Donald Trump se ha convertido de nuevo en el foco de críticas por bromear con el tema de la muerte de los migrantes que intentan cruzar hacia EE.UU. desde México.
Mientras el mandatario estadounidense pronunciaba un discurso durante un mitin en Panama City (Florida), alguien del público aprovechó un breve silencio y sugirió en voz alta la opción de "disparar" contra los que intenten cruzar la frontera como solución para frenar la inmigración ilegal.
Trump escuchó el grito y lo recibió con una risa. "Solo en el 'Panhandle' [de Florida] uno puede salirse con la suya con esa afirmación", bromeó el inquilino de la Casa Blanca. 'Panhandle', o mango de sartén, es como se llama coloquialmente a la parte más noroccidental del estado, donde se llevaba a cabo el mitin.
Justo antes de esa interrupción, el presidente había afirmado ante los presentes que su Gobierno no tiene la potestad y no pretende hacer que los agentes fronterizos utilicen sus armas contra los migrantes. "Otros países lo hacen. Nosotros no podemos. Yo nunca haría eso. ¿Pero cómo detienes a estas personas?", fue la pregunta que suscitó el grito.
Sin embargo, las críticas no tardaron en emerger. "El presidente [...] cree que es gracioso que un miembro de la multitud sugiriera asesinar a familias que huyen de la violencia", señaló Walter Shaub, exdirector de la Oficina de Ética Gubernamental de EE.UU., calificando a los que le aplaudieron como gente "llena de odio".
Veronica Escobar, miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU., considera "difícil no creer" que Trump intencionalmente quiera "empeorar las cosas" en la frontera sur para poder reírse de este tipo de situaciones.
"El actual inquilino de la Casa Blanca bromea sobre la violencia con armas de fuego. ¡No es divertido! Sus comentarios conducirán a la violencia con armas de fuego y harán que personas sean asesinadas", advirtió el padre de una adolescente fallecida en un tiroteo en una escuela estadounidense.