Los homínidos de la especie Homo antecessor, que habitaban Europa hace casi un millón de años, cazaban a sus semejantes, según un nuevo estudio de arqueólogos españoles del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), publicado en la revista Journal of Human Evolution.
Al estudiar los restos encontrados en el sitio arqueológico de Atapuerca, en la provincia española de Burgos, descubrieron que la antropofagia era una estrategia "rentable", reza el comunicado de la institución divulgado este lunes. En otras palabras, conforme a la llamada 'teoría del forrajeo óptimo', la cacería de otros individuos de dicha especie proporcionaba el mejor equilibrio entre los costos (esfuerzos empleados para obtener y procesar el cuerpo) y los beneficios (su capacidad nutritiva).
"Nuestros análisis muestran que el Homo antecessor, como cualquier depredador, seleccionaba sus presas siguiendo el principio de optimizar el balance coste-beneficio", sostiene uno de los autores del estudio, Jesús Rodríguez: "Y además también muestran que, considerando solo ese balance, los humanos eran una presa de 'alto rango'".
Además, el hallazgo en Atapuerca de un gran número de restos humanos canibalizados permite suponer una densidad de población bastante alta en la región en aquella época prehistórica. Otra explicación posible, explica Ana Mateos, coautora del artículo, consiste en que "los cadáveres canibalizados fueran de miembros del grupo muertos por diferentes causas".
Homo antecessor es la especie más antigua de Europa y vivió durante el período entre 1,2 millones y 800,000 años a. C. La mayoría de los científicos sostienen que estos representantes del género Homo fueron antepasados de Homo Sapiens y del Neanderthal. En el 2008, en Atapuerca también fueron hallados los huesos del Homo antecessor que se consideran los más antiguos fósiles humanos de Europa.