Hace miles de millones de años, Marte tenía mucha agua y disponía de ríos y un océano, pero perdió la mayoría de sus reservas acuáticas debido a la órbita peculiar del planeta, según ha dado a conocer el Instituto Max Planck citando un estudio de investigadores rusos y alemanes, publicado recientemente en la revista Geophysical Research Letters.
Aparentemente, la atmósfera del planeta rojo, que dispone de capas medias frías, a semejanza de la atmósfera de la Tierra, debería devolver las moléculas de agua a la superficie en forma de hielo, manteniéndolas dentro del ecosistema. No obstante, una simulación por ordenador reveló un ciclo climático que se repite cada dos años terrestres y ayuda al agua a ascender hasta las capas superiores de la atmósfera.
Eso ocurre debido a que Marte gira alrededor del Sol por una órbita más elíptica que la de la Tierra, así que durante el verano en el hemisferio sur, el planeta está 42 millones de kilómetros más cerca de la estrella.
Como resultado, "en ciertas horas del día el vapor de agua puede elevarse localmente con las masas de aire más calientes y alcanzar la atmósfera superior", explica Paul Hertog, uno de los autores del estudio.
A estas alturas, las moléculas están expuestas a la radiación ultravioleta solar, lo que conduce a su desintegración y la fuga del hidrógeno al espacio.
Este proceso, que podría haber despojado a Marte de un 80% de sus reservas iniciales de agua, puede ser instigado por las enormes tormentas que golpean toda la superficie del planeta cada pocos años. Así, según calculó el equipo, el huracán del 2007 duplicó la cantidad de las moléculas de agua en la atmósfera superior.
"Las cantidades de polvo, que se arremolinan a través de la atmósfera durante tales tormentas, facilitan el transporte del vapor de agua a las capas altas de aire", cita el comunicado a Alexander Medvedev, coautor del artículo.
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