El secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, presentó este jueves en una reunión con los principales asistentes de Seguridad Nacional del presidente Trump un plan militar actualizado que prevé enviar hasta 120.000 soldados a Oriente Medio por si Irán ataca a las fuerzas estadounidenses o acelera el desarrollo de armas nucleares, informa The New York Times citando a funcionarios de la Administración.
El diario ha hablado con más de media docena de funcionarios de seguridad nacional familiarizados con los planes actualizados. Según estas fuentes, las revisiones fueron ordenadas por partidarios de la línea dura encabezados por John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Trump.
El tamaño de la fuerza planeada ha sorprendido a muchos participantes de la reunión, ya que esa cantidad de militares se acerca a la que estuvo involucrada en la invasión de 2003 en Irak, señala el periódico.
Sin embargo, los funcionarios precisaron que el plan militar actualizado no contempla una invasión de Irán, lo que requeriría muchos más soldados.
En este contexto, España decidió retirar de manera temporal una fragata que escoltaba al grupo de ataque naval de EE.UU desplegado en Oriente Medio.
Al respecto, el analista internacional José Antonio Egido aplaude la decisión de la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, considerando que el navío formaba parte de una misión de entrenamiento entre las fuerzas españolas y estadounidenses en el marco de la OTAN, mas no debía participar en la "escalada unilateral hacia la guerra contra Irán".
El experto calificó las decisiones de Washington como "unilaterales e irresponsables". Además, afirmó que la Administración Trump busca con sus sanciones "hacer todo el daño posible a la estabilidad mundial y a los pueblos, como en este caso el iraní, que trata de defender sus recursos naturales".
Las fuerzas desplegadas en Oriente Medio por EE.UU.
Las noticias sobre el supuesto plan llegan en medio de un despliegue militar de Washington en Oriente Medio y mientras la tensión con la República Islámica va en aumento.
El 5 de mayo, el asesor de seguridad nacional de EE.UU., John Bolton, anunció el despliegue en Oriente Medio del grupo de combate del portaviones USS Abraham Lincoln, así como el de un grupo operativo de bombarderos B-52 para mostrar a Irán que "cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o de sus aliados se enfrentará con una fuerza implacable".
El 10 de mayo, el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, aprobó el despliegue en Oriente Medio de una batería del sistema de defensa aérea estadounidense Patriot y del buque de transporte anfibio USS Arlington. Estas fuerzas adicionales se unirán a las que antes fueron enviadas a la zona "en respuesta a los indicios de una incrementada disposición iraní a llevar a cabo operaciones ofensivas contra las fuerzas de EE.UU. y sus intereses".
Respuesta de Irán
Este domingo, Amirali Hajizadeh, el jefe de la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria de Irán, señaló que la presencia militar de EE.UU. en la región no es una "amenaza", sino una "oportunidad". "Si [los estadounidenses] hacen un movimiento, les golpearemos en la cabeza", advirtió Hajizadeh.
Por su parte, el comandante de la Guardia, Hossein Salami, dijo en una sesión parlamentaria este domingo que Washington ha iniciado una guerra psicológica. El general mayor Salami destacó que la vulnerabilidad de los portaaviones estadounidenses evitará que el país norteamericano se arriesgue a tomar medidas militares contra Irán.
Este 10 de mayo, el jefe adjunto de asuntos políticos de la Guardia Revolucionaria dijo que Washington "no se atreverá a lanzar una acción militar" contra Irán y aseguró que su país no va a sostener conversaciones con los estadounidenses. Según sus palabras, Teherán "ve a EE.UU. como poco confiable".