El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó este jueves un nuevo plan de inmigración, destinado a crear un sistema "justo, moderno y legal" para su país.
El proyecto se enfoca en reforzar la seguridad fronteriza y reconsiderar el sistema de las tarjetas de residencia permanente ('green cards'), de manera que favorezca a los trabajadores altamente calificados en lugar de privilegiar los lazos familiares.
"Si se adopta, nuestro plan transformará el sistema de inmigración de EE.UU. en el orgullo de nuestra nación y la envidia del mundo moderno", aseguró el mandatario norteamericano.
Sistema basado en méritos
Según el proyecto, el país otorgaría la misma cantidad de 'green cards' que ahora, pero de ellas muchas más se destinarían a estudiantes excepcionales, profesionales y personas con títulos de alto nivel y formación.
Para ello plantea evaluar a los inmigrantes con un sistema basado en puntos: en función de la edad, el dominio del inglés, de si el candidato tiene una oferta de empleo por encima de un determinado umbral salarial, así como de factores educativos y profesionales.
En la actualidad, solo alrededor de un 12 % de los inmigrantes son admitidos en base al empleo y sus habilidades laborales, mientras que el 66 % recibe el beneficio por nexos familiares. Con el nuevo sistema, esos números cambiarían a 57 % y 33 %, respectivamente.
"Actualmente, el 66 % de los inmigrantes legales vienen aquí por casualidad, son admitidos únicamente porque tienen un familiar en EE.UU., y realmente no importa quién sea ese familiar", se lamentó Trump.
Según el presidente, en este momento las leyes de inmigración de EE.UU. "discriminan a los genios" y "la brillantez", mientras que la nueva propuesta daría prioridad a los inmigrantes "totalmente brillantes".
Los trabajadores estadounidenses primero
El mandatario afirmó que el proyecto ofrece un "claro contraste" con otras propuestas que considera insatisfactorias.
"Los demócratas están proponiendo fronteras abiertas, salarios más bajos y un caos francamente ilegal", dijo. "Estamos proponiendo un plan de inmigración que ponga en primer lugar los empleos, los salarios y la seguridad de los trabajadores estadounidenses", añadió, para recalcar que su propuesta "es pro-estadounidense, pro-inmigrante y pro-trabajador".
Mandar "humanamente" a los niños a casa
El inquilino de la Casa Blanca precisó que el 65 % de todos los que han cruzado este año la frontera hacia EE.UU. eran menores o adultos que viajaban con menores. "Nuestro plan cambiará la ley para detener el tráfico de niños y reunir humanamente a los niños no acompañados con sus familias en casa, y rápidamente. Tan pronto como sea posible", aseveró.
Por otro lado, Trump denunció que "los solicitantes legítimos de asilo están siendo reemplazados por aquellos que presentan solicitudes frívolas" para ingresar al país. "Si tiene una solicitud adecuada, será admitido rápidamente. Si no la tiene, será devuelto a su hogar de inmediato", advirtió.
Perspectivas dudosas
La reforma aún no ha sido aprobada ni por el propio partido de Trump, por no hablar de los demócratas, y se espera que afronte una ardua batalla en el Congreso, pronostican los medios locales.
El plan no aborda el destino de los jóvenes inmigrantes indocumentados que fueron llevados a EE.UU. cuando eran niños, una de las principales prioridades para los demócratas. Tampoco reduce las tasas generales de inmigración, algo que les gustaría a muchos republicanos conservadores.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ya ha calificado de "condescendiente" el énfasis de Trump en la inmigración basada en el mérito, porque, dijo, las familias también lo tienen.