Desde el invierno de 2018, cada mañana, de lunes a viernes, José está en la misma esquina de las calles que llevan a una estación del metro en Ciudad de México. Ahí coloca un carrito de supermercado en el que vende zumos de naranja con ganancias diarias de aproximadamente 50 dólares (900 pesos) al día, con los que debe mantener a una familia de cinco miembros. Fue la opción que tomó al encontrarse desempleado y tocar innumerables puertas que nunca se abrieron, pese a ser un hombre joven.
"Trabajaba en una fábrica, pero quebró porque perdió unos apoyos que recibía del Gobierno. Todos nos tuvimos que ir y bueno, entonces vino lo duro, buscar trabajo, y pues… no, no había y yo no podía seguir esperando más tiempo, tenía que llevar el pan a la mesa", cuenta el joven mientras despacha a uno de sus clientes.
De los 30,8 millones de mexicanos con un empleo informal, se estima que unos 15 millones laboran en unidades económicas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad, sin que se constituya como empresa —grupo al que ahora pertenece José—, según los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el trimestre enero-marzo de 2019, dados a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La cifra significa un aumento de 2,7 % respecto al mismo lapso de 2018 y representa más de la mitad (56,9 %) de la población ocupada en la nación latinoamericana, que es de 54.152.266 de personas, en la que es considerada la economía número 13 del mundo y la tercera más importante de América, después de EE.UU. y Brasil.
Armando, de 42 años, por su parte, enfrenta desde febrero pasado el desempleo, después de trabajar siete años en una televisora local, primero como reportero y luego como jefe de información, y de donde fue despedido bajo el argumento de que el proyecto para el que estaba empleado había concluido, aunque solo un día después, alguien más ya estaba en su puesto. "No me avisaron, llegaron el 27 de febrero, me dijeron que era mi último día, aunque nunca hubo advertencias o llamamientos de atención sobre mi desempeño. Había la opción de que no me dieran ninguna liquidación, con la posibilidad de regresar en algún momento, o que me dieran una compensación de dos meses de sueldo que, en caso de volver, debería reintegrar a la empresa, porque decían que no me correspondía nada porque trabajaba por honorarios, y con constantes cambios de empresas de 'outsourcing'".
El llamado 'outsourcing' es un esquema de subcontratación, cada vez más frecuente en México, a fin de disminuir las prestaciones a los empleados, y que con base en cifras de la Confederación Autónoma de Trabajadores de México (CATEM) es usado por 80 % de las empresas para evadir impuestos.
"El 'outsourcing' es un esquema que buscaba ampliar las posibilidades administrativas de contratación, pero que en la práctica real ha generado que 80 % de empresas lo usen para evadir impuestos y para no cubrir las prestaciones de los trabajadores", señala el líder nacional de la CATEM y también senador, Pedro Haces Barba.
Las estadísticas del INEGI muestran que el desempleo en México sumó en el primer trimestre del año a 1,9 millones de personas, es decir 3,4 %, mayor al 3,1% registrado en el mismo periodo de 2018.
"Es impresionante lo difícil que es conseguir trabajo. Prácticamente no te hacen caso si no tienes contactos, difícilmente encuentras, es muy desgastante, las áreas de recursos humanos no te contestan o lo hacen mal, encima, te piden casi que seas un dios por una paga de tres pesos", refiere Armando con tono molesto ante un escenario de desocupación que, tanto en los hombres como en las mujeres, creció 0,1 puntos.
Jóvenes en riesgo
En la última década, la probabilidad de encontrarse desempleados ha crecido de 35 a 38 % para los jóvenes entre 20 y 30 años en México, según el informe 'El futuro del trabajo. Perspectivas de empleo de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) 2019'.
Jessica, de 27 años, es una de ellos. Desde hace seis meses se encuentra en la búsqueda de empleo, tras ser despedida de un 'call center' para el que trabajó por 9 años y 4 meses: "Fue a finales de noviembre por la reducción del negocio y la crisis que impactó a la empresas. Yo tenía allí un contrato indefinido, con jornadas interminables en las que no comes, no duermes, trabajando el fin de semana", narra.
Además, la nación latinoamericana supera el promedio de la OCDE respecto al porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan —en México son conocidos como 'ninis'—, que es de 22 % contra 13 % de los países del organismo internacional.
A fin de contrarrestar este fenómeno, el actual Gobierno de México echó a andar hace cuatro meses el programa Jóvenes Construyendo el Futuro que, según cifras oficiales, ha colocado a un total de 501.559 personas, entre 18 y 29 años, como aprendices en empresas, instituciones y organizaciones de la sociedad civil, de las cuales 378.650 ya reciben un pago de 3.600 pesos (188 dólares) al mes.
Jessica dice que no ha recurrido a este programa, pero admite que si en un par de meses continúa desempleada, no lo descarta. "Mi intención es ser optimista y encontrar empleo", comenta y suelta una risa. "He acudido a alrededor de 25 entrevistas y he enviado más de 100 currículos, he caminado bajo el rayo de sol horas, buscando. A lo único que he recurrido, y que nunca había pensado, fue emplearme como mesera, pero tras unas semanas me di cuenta que no es lo mío", recuerda.
El Gobierno que encabeza López Obrador ha destinado este año 40.000 millones de pesos (2.093 millones de dólares) al programa con el objetivo de ofrecer oportunidades de trabajo a los jóvenes y contrarrestar las causas de la violencia y la inseguridad en México.
"Soy independiente, pago renta, tengo un perro y pues necesito hacerme cargo de mis gastos, tuve que tomar dinero de mi liquidación", manifiesta la joven.
La OCDE anticipó en su informe que, en los próximos 15 a 20 años, podría desaparecer 14 % de los empleos existentes debido a la automatización, y es probable que otro 32% cambie radicalmente.
Con salarios estancados
Los salarios en México se han mantenido prácticamente estancados desde 2000 y el país se ubica en la cola de los países de la OCDE en cuanto al crecimiento de los ingresos de los trabajadores, "un dato relacionado con la escasa productividad y los elevadísimos niveles de desigualdad de ingresos", apunta el organismo.
Los trabajadores mexicanos ganan 5,6 dólares (102 pesos) por día, menos de la tercera parte del promedio de 16,6 dólares diarios registrado entre los países de la organización, y casi la sexta parte respecto a los 29,8 dólares que perciben los trabajadores de Islandia.
Por otra parte, destacan los elevados costos personales que supone la pérdida de la plaza de trabajo, debido a la ausencia de un seguro de desempleo y la escasa protección social de la que gozan los trabajadores informales.
"Es horrible, acabo de mandar más currículos y todos te dan largas, son groseros, y no se dan cuenta que también para nosotros es una inversión pagar el teléfono móvil, el internet, fotocopias, el transporte, todo lo que tenemos que hacer buscando una oportunidad, además de los gastos que ya tenemos en el día a día. Quedarte sin empleo es complicado, pero lo que viene es peor. Lo mejor, a veces, es meterte en la informalidad, dinero rapidito", refiere Armando.
Algo en lo que José parece concordar. "Yo aquí sé que si salgo a trabajar, gano, y puedo ir llevando mis gastos y no estoy con el estrés constante de que un día para otro me puedan dar las gracias", comenta el vendedor callejero de zumos.
Jessica, por su parte, dice que no desistirá en su empeño por dos meses más. "De lo contrario, ya estamos viendo, tal vez, si puedo poner un negocio de comida con mi mamá".
Paola Morales
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