El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo que su campaña electoral para las elecciones presidenciales de 2016 "definitivamente fue espiada", hecho que califica de "traición", sugiriendo que el FBI y los funcionarios del Departamento de Justicia estadounidense (DOJ) lo pagarán con "largas penas de cárcel", según publicó en su cuenta de Twitter.
"Mi campaña para la Presidencia fue definitivamente espiada", reza el comentario de Trump, en el que tacha la situación de "muy mala" y añade que jamás sucedió nada parecido en la política estadounidense. Asimismo, el inquilino de la Casa Blanca hace hincapié en que "la traición [en mayúsculas] equivale a largas penas de cárcel". "¡Esto fue una traición!", concluye Trump.
A principios de este mes, el fiscal general de EE.UU., William Barr, formó un equipo para investigar las acusaciones y mostró al Comité Judicial del Senado su preocupación ante el hecho de "algunas personas en la cúpula tienen metida en la cabeza la idea de que saben más que el pueblo estadounidense", prometiendo averiguar cuántos "informantes confidenciales" fueron asignados para la campaña y cuándo se inició la recopilación de datos.
Es posible que el informe de Barr abarque las acusaciones de que el FBI hizo uso indebido de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) para pinchar el teléfono del exasesor de campaña de Trump, Carter Page. George Papadopoulos, otro asesor de campaña del actual presidente estadounidense, admitió haberse reunido en Londres con presuntos espías que intentaron obtener información sobre las supuestas conexiones entre Trump y Rusia.
Desde que Trump asumió la Presidencia en 2016, comenzó a difundirse la idea de que Rusia habría intervenido en las elecciones para favorecer al republicano. Semanas atrás, el fiscal Robert Mueller dio por terminada la investigación sobre aquellos presuntos nexos y en abril se envió una versión reducida al Congreso.
Ese mismo mes, el DOJ publicó una versión editada del documento. La investigación duró 22 meses y el informe final contiene 448 páginas, algunas de las cuales, sin embargo, fueron tachadas antes de su publicación. La conclusión que se desprende del texto es que no hay motivos suficientes para acusar a Trump de colusión con Rusia o de obstrucción a la Justicia.
En concreto, Barr afirmó que no existe "ninguna evidencia de que ningún estadounidense, incluidos miembros de la campaña electoral de Trump", hayan conspirado con el Gobierno ruso durante los comicios, que perdió la entonces candidata demócrata Hillary Clinton.
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