Por qué Israel no quiere una guerra estadounidense contra Irán

El 'establishment' de seguridad israelí reconoce que "una lucha violenta" contra Teherán conllevaría "riesgos enormes", asegura un analista.

El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aplaudiría una "súbita implosión del régimen iraní", pero "no al precio de una guerra", por lo que, en realidad, "no quiere" un conflicto militar estadounidense con Irán. Así lo afirma en un artículo para Washington Examiner el analista Tom Rogan, quien asegura que sugerir lo contrario significa "malinterpretar en lo fundamental la estrategia de seguridad israelí".

En primer lugar, Rogan explica que la estrategia de seguridad de Tel Aviv hacia Irán se basa en darle a entender constantemente "la superioridad disuasiva israelí". "Israel se asegura de que Irán sepa que cualquier amenaza crítica que represente para Israel conducirá a una amenaza israelí mucho mayor para Irán", detalla el analista.

Riesgos para Israel

Por otro lado, el 'establishment' de seguridad israelí reconoce que "una lucha violenta" contra Teherán conllevaría "riesgos enormes", destaca el autor del artículo.

En este sentido, el analista advierte que, en caso de una guerra entre EE.UU. e Irán, los israelíes se enfrentarían "a un bombardeo de misiles balísticos iraníes, posiblemente (aunque poco probable) armados con ojivas habilitadas para agentes químicos", de los que las defensas aéreas israelíes "destruirían algunos, pero no todos".

Además, si Teherán "fuera a la guerra con EE.UU.", los grupos proiraníes en el Líbano y en otros lugares "harían lo mismo contra Israel", lo cual implicaría "un ataque de cohetes a gran escala del Hezbolá libanés", así como ataques contra funcionarios del Gobierno israelí y civiles "en todo el mundo", asevera Rogan, resumiendo que "significaría un caos sangriento".

Riesgos para Netanyahu 

Por último, el experto hace hincapié en que los gobiernos israelíes "están obligados por mandato democrático a la protección del pueblo israelí y su prosperidad", al tiempo que también dependen de coaliciones.

En este contexto, "si bien la política israelí se unificaría contra Irán en una guerra", cualquier "esfuerzo injustificado" de un primer ministro israelí por arriesgarse a una guerra con Teherán pondría en riesgo a su gobierno. Entretanto, la construcción de coaliciones "rara vez es una tarea fácil en Israel", señala Rogan, recordando que "Netanyahu aún no ha construido su Gobierno después de las elecciones de abril".