Este 20 de mayo, Día Mundial de la Metrología, el kilogramo cambia para siempre. Este lunes entran en vigor los cambios que fueron aprobados en la 26.ª Conferencia General de Pesos y Medidas, que se celebró en la ciudad francesa de Versalles en noviembre del año pasado.
Durante 130 años, el patrón del kilogramo ha sido un objeto material, un cilindro metálico denominado Grand K, pero a partir del lunes su definición derivará de un valor establecido a partir de una constante física de la naturaleza, conocida como constante de Planck. Este concepto proviene de la física cuántica y establece proporciones entre energía y frecuencia.
Thomas Grenon, director general del Laboratorio Nacional de Metrología y Ensayos de Francia explicó que el Grand K existe ya desde hace mucho tiempo y su masa puede cambiar, lo que no resulta conveniente, sobre todo teniendo en cuenta "los niveles de precisión que necesitamos hoy en día" con tecnologías de alta precisión.
Este mismo lunes otras tres unidades básicas, el amperio, el kelvin y el mol, también se han redefinido. En este caso resultó más sencillo cambiarlas, ya que no estaban basadas en un artefacto físico.
Para la mayoría de nosotros las nuevas definiciones no supondrán cambios notables, aunque para la comunidad científica se trata de un momento histórico.