Las personas que caminan rápido, tienen más posibilidades de vivir más años, según un nuevo estudio publicado en la revista científica Mayo Clinic Proceedings.
Un equipo de científicos británicos analizó datos sobre el índice de la masa corporal (IMC), la velocidad a la hora de caminar, la circunferencia de la cintura y el porcentaje de grasa corporal de 474.919 personas entre 2006 y 2016. De promedio, los participantes tenían 58,2 años de edad y un IMC de 26,7, cifra que los sitúa en la categoría de sobrepeso.
Los resultados de la investigación mostraron que los participantes que caminaban más rápido tenían una mayor esperanza de vida, entre 86,7 y 87,8 años para las mujeres y de 85,2 a 86,8 años para los hombres, independientemente de su IMC.
Mientras tanto, los que caminaban lentamente, aunque tuvieran un IMC de menos de 20, es decir, un peso normal, morían antes. Las mujeres de este grupo tenían una esperanza de vida de 72,4 años y los hombres vivían aún menos (64,8 años de promedio).
Los científicos señalan que sus hallazgos podrían ayudar a aclarar la importancia relativa de la aptitud física en comparación con el peso corporal en la esperanza de vida de las personas.
"En otras palabras, los resultados sugieren que, tal vez, la aptitud física sea un mejor indicador de la esperanza de vida que el índice de masa corporal (IMC), y que alentar a la población a caminar más enérgicamente puede añadir años a sus vidas", concluye Tom Yates, uno de los autores del estudio de la Universidad de Leicester.