Decenas de fabricantes internacionales de calzado, incluidos Adidas, Nike y Puma, se han dirigido al presidente estadounidense Donald Trump para llamarlo a excluir sus productos del enfrentamiento comercial con China.
"La propuesta tarifa adicional del 25 % [en aranceles] sobre el calzado sería catastrófica para nuestros consumidores, nuestras compañías y la economía estadounidense en general", escribieron en una carta conjunta.
Los fabricantes citan el pronóstico de la asociación comercial del sector, FDRA, que estima que la medida propuesta por el presidente les costará 7.000 millones de dólares adicionales a los consumidores cada año.
Las empresas señalan que la producción de calzado es una "industria muy intensiva en capital", donde las decisiones de abastecimiento "requieren años de planificación" y las compañías "no pueden simplemente desplazar sus fábricas para adaptarse a estos cambios".
"En nombre de centenares de millones de consumidores y centenares de miles de empleados, le pedimos que cancele esta medida que incrementa el peso tributario", declararon las compañías, indicando que "es tiempo de poner fin a esta guerra comercial".
Pese a los esfuerzos del sector para trasladar sus fábricas desde China a otros países, las compañías estadounidenses dependen mucho de los proveedores chinos y su mano de obra barata. China representó el 72 % de todo el calzado importado por EE.UU. en 2017.
Este 10 de mayo EE.UU. elevó del 10 % al 25 % los aranceles para una serie de mercancías chinas importadas, por un valor de 200.000 millones de dólares al año. El presidente Donald Trump ordenó también prepararse para una subida de aranceles del 25 %, por valor de 325.000 millones de dólares, a otros productos chinos que, de momento, no están sujetos a impuestos; entre ellos zapatos, juguetes y electrónica de consumo masivo.
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