El presidente de China, Xi Jinping, visitó el pasado lunes una planta de procesamiento de tierras raras, dando pie a especulaciones de que Pekín podría aprovechar estos materiales estratégicos en su guerra comercial con EE.UU.
El mandatario recorrió a instalación de la empresa JL MAG en Ganzhou, provincia de Jiangxi, junto con el viceprimer ministro Liu He, un personaje clave en las negociaciones comerciales con Washington. La visita ha sido cubierta ampliamente por los medios estatales.
La noticia provocó una subida en el valor de las acciones de esta y otras firmas de tierras raras, dejando los títulos de JL MAG un 10% por encima de su límite diario al cierre de las bolsas el lunes.
EE.UU. depende de los suministros de tierras raras desde China, que representan un 80 % de sus compras globales de estos materiales, de gran importancia para el sector de las altas tecnologías.
La visita "envía una señal de alarma a EE.UU. de que China podría usar las tierras raras como una medida de represalia mientras la guerra comercial se va acalorando", comentó a Bloomberg el analista de Pacific Securities Yang Kunhe, que señaló que Pekín podría limitar las exportaciones de este tipo de materiales al país norteamericano.
Usos e importancia estratégica
Es difícil sobrestimar la importancia estratégica de los elementos de tierras raras, que en su mayoría son metales. Son parte de la vida cotidiana de los humanos sin que uno se dé cuenta de ello. Utilizadas en la fabricación desde 'smartphones' hasta computadoras y vehículos eléctricos, las tierras raras son igualmente esenciales para la producción de armas modernas, por ejemplo, en los sistemas de guiado de misiles y en cazas.
Por este motivo, no resulta sorprendente que este tipo de minerales no haya sido incluido en la lista de los bienes chinos por valor de 200.000 millones de dólares para los cuales Washington ha aumentado los aranceles de importación.
Según el analista político internacional Aslessandro Bruno, las tierras raras son una de las opciones que China puede utilizar para responder a las sanciones estadounidenses.
"[China] podría imponer restricciones duras sobre las tierras raras, que son indispensables en la creación de todos tipo de equipos electrónicos, particularmente los móviles. La amenaza es significativa, porque Occidente no dispone de suministros propios", dijo a RT en inglés.
"Sangre vital" para las altas tecnologías
El medio estatal Global Times escribió hace unos días que "las tierras raras son vitales para muchas tecnologías modernas y una amplia gama de sistemas de armas utilizados por el Ejército estadounidense".
Insistiendo en que China produce actualmente alrededor del 95 % de las tierras raras del mundo, el medio subrayaba que a EE.UU. "le tomará muchos años reconstruir su industria de tierras raras y aumentar su suministro interno para reducir su dependencia de los minerales de China".
"Eso es suficiente para que China gane una guerra comercial contra EE.UU., durante la cual el monopolio de China en la producción de tierras raras ayudará a Pekín a controlar la sangre vital del sector de la alta tecnología de EE.UU.", recalcaba la publicación.
El país norteamericano era el mayor productor de metales de tierras raras en 1990, pero China le ha arrebatado el liderazgo desde entonces. En 2018, el gigante asiático extrajo 120.000 toneladas de estos materiales, un aumento de 15.000 toneladas desde el año anterior, mientras que EE.UU. produjo 15.000 toneladas en total en ese mismo periodo. Las reservas chinas cuentan con 44 millones de toneladas de estos minerales, en comparación con los 1,4 millones de reservas estadounidenses.
El enfrentamiento entre EE.UU. y China se agravó en los últimos días después de que Washington decidiera el pasado viernes incluir en su lista negra comercial al gigante de las telecomunicaciones chino Huawei, al que acusa de espiar en favor del Gobierno chino.