La decisión de presidente de EE.UU., Donald Trump, de aumentar a partir de 10 de mayo las tarifas a las importaciones chinas del 10 % al 25 % duplicará con creces las pérdidas previstas en la economía estadounidense, según se desprende de los cálculos de un grupo de economistas del Banco de la Reserva Federal de Nueva York publicados este jueves en la web del organismo.
Esta gran subida se debe a una combinación de dos factores: la carga fiscal adicional y lo que se denomina peso muerto: la necesidad de importar con una menor eficiencia bienes producidos en países terceros. y por lo tanto más caros. Según la teoría económica, este crece en mayor proporción que las tarifas.
Por consiguiente, el costo anual de los aranceles a las importaciones chinas —valorado anteriormente en alrededor de 52.800 millones de dólares para la economía de EE.UU. en general y 414 dólares para una familia promedio— subirá hasta los 106.074 millones y 831 dólares, respectivamente.
El peso muerto aumentaría del 31,8 % al 74,6 % de los gastos totales, mientras que los ingresos fiscales se reducirían del 68,1 % (36.000 millones de dólares) al 25,4 % (26.942 millones de dólares).
"En resumen, según nuestras estimaciones, es probable que estos aranceles más altos creen grandes distorsiones económicas y reduzcan los ingresos arancelarios de EE.UU", sintetizan los economistas.