Los científicos han descubierto cómo se comporta la materia en las condiciones extremas de la atmósfera del Sol. Un nuevo estudio publicado en la revista Nature ha arrojado luz sobre el plasma, el poco comprendido 'cuarto estado de la materia', que podría ser la clave para desarrollar generadores de energía nuclear seguros, limpios y eficientes en la Tierra.
A pesar de ser la forma más común de materia en el Universo, el plasma sigue siendo un misterio, principalmente debido a su escasez en las condiciones naturales de la Tierra, lo que dificulta su estudio, explican los investigadores. Por ese motivo el Sol constituye un laboratorio natural perfecto para estudiar cómo se comporta el plasma en condiciones que a menudo son demasiado extremas para los laboratorios terrestres.
"Hemos combinado las observaciones de radio con cámaras ultravioletas en la nave espacial del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA para mostrar que el plasma del Sol a menudo puede emitir una luz de radio que emite pulsos, como una radiobaliza. Hemos sabido de esta actividad durante décadas, pero nuestro uso del espacio y el equipo en Tierra nos permitió obtener imágenes de los pulsos de radio por primera vez y ver exactamente cómo los plasmas se vuelven inestables en la atmósfera solar", dice Eoin Carley del Trinity College en Dublín (Irlanda).
Según explican los investigadores, las líneas del campo magnético que pasan a través de las manchas en la superficie del Sol se rompen repentinamente y empiezan reconectarse, generando las llamaradas. Como resultado, la energía del campo magnético encerrada en la corona, la capa superior de la atmósfera solar, comienza a fluir hacia su interior.
Este proceso está acompañado por la liberación de enormes cantidades de energía, que calienta el plasma de la estrella decenas de millones de grados, y también hace que se expanda y se mueva hacia los lados y penetre en el interior, donde choca con grupos más frescos de materia solar.
Algo similar puede ocurrir en los reactores termonucleares, afirman los científicos, pero allí estos procesos interferirán en el mantenimiento de la reacción.
"El único problema es que los plasmas de fusión nuclear son altamente inestables. Tan pronto como el plasma comienza a generar energía, algunos procesos naturales desconectan la reacción. Si bien este comportamiento de apagado es como un interruptor de seguridad inherente, los reactores de fusión no pueden formar reacciones fuera de control. También significa que el plasma es difícil de mantener en un estado estable para la generación de energía", comenta el profesor del Instituto de Estudios Avanzados de Dublín y colaborador del proyecto, Peter Gallagher.
El científico ha señalado que, "estudiando cómo los plasmas se vuelven inestables en el Sol, podemos aprender cómo controlarlos en la Tierra".
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