En las elecciones regionales que se celebran en España, el escrutinio de los votos para renovar la Asamblea legislativa de la Comunidad de Madrid, a la que pertenece la capital del país, ha dado como resultado una victoria socialista. Sin embargo, a pesar de que el partido liderado por el exministro Ángel Gabilondo ha sido el más votado, con 37 escaños y más del 27 % de los votos, no suma los apoyos necesarios para convertirse en el nuevo presidente de la región.
El recuento ha comenzado poco después de las 10 de la noche (hora local) y los primeros datos, como vaticinaban los sondeos, arrojaban como ganador al Partido Socialista con un exuberante resultado que aseguraba el cambio de Gobierno. Pero según ha avanzado el conteo, los resultados socialistas han ido perdiendo fuelle y finalmente Gabilondo no reúne las fuerzas suficientes para conseguir la presidencia de la Comunidad de Madrid.
El candidato socialista había pedido "cautela" ante los datos conocidos hasta entonces, que hubieran significado desbancar al Partido Popular de una región en la que los conservadores llevan gobernando ininterrumpidamente desde hace 25 años. Finalmente los tres partidos de derechas han conseguido sumar los 65 diputados que configuran la mayoría absoluta en el Parlamento de Madrid y la región no cambiará de signo ideológico.
Menos participación y más fragmentación
La participación ha sido del 61,09 %, más de cuatro puntos porcentuales inferior a la que hubo en las elecciones autonómicas de hace cuatro años y casi 20 por debajo de la participación registrada hace tan solo cuatro semanas, cuando los madrileños fueron llamados a las urnas junto con el resto de los españoles para votar en las elecciones generales.
Con el 94,24 % de los votos escrutados los socialistas conseguirían 37 de los 132 diputados regionales. En segundo lugar se encontraría el conservador Partido Popular (PP), que con 30 escaños perdería 21 con respecto a los que hasta ahora ostentaba. La tercera posición sería para los liberales de Ciudadanos con 26 asientos, seguidos de la formación progresista Más Madrid con 20 diputados. La ultraderecha entraría en el Parlamento regional madrileño de la mano de 12 escaños de Vox, y los izquierdistas de Podemos-IU obtendrían siete asientos.
Estos resultados darían lugar a la Asamblea más fragmentada de la región de Madrid, que nunca antes había contado con seis fuerzas políticas representadas. En este escenario, los partidos progresistas se quedan a tres escaños de la mayoría absoluta, fijada en 67, con la suma de socialistas, Más Madrid y Podemos-IU.
En el Ayuntamiento se invierten los papeles
En el municipio de Madrid, con el 96,91 % de los sufragios escrutados, la actual alcaldesa Manuela Carmena no continuaría al frente del Gobierno municipal. Con el apoyo del partido socialista se quedaría a dos asientos de los 29 escaños de la mayoría absoluta y no podría revalidar su cargo.
El nuevo partido de Carmena, Más Madrid, sacaría 19 ediles, el PP 15, Ciudadanos 11, los socialistas 8 y la extrema derecha de Vox 4. La alcaldesa mantendría el mismo apoyo que en 2015, y el partido que en esa ocasión fue el más votado, el PP, perdería un 10 % de los votos y hasta seis asientos en el Consistorio.