Ordenan cárcel contra 'Popeye', jefe de sicarios de Pablo Escobar, por el asesinato del director del diario El Espectador
La Fiscalía General de Colombia ha ordenado la prisión del exjefe de sicarios del narcotraficante Pablo Escobar, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, más conocido como 'Popeye', por el asesinato del director del diario El Espectador en 1986.
La "medida de aseguramiento en establecimiento carcelario" fue planteada por una fiscal de la Dirección Especializada Contra las Violaciones a los Derechos Humanos, mientras se sospecha que el implicado fue el presunto coautor del homicidio de Guillermo Cano Isaza, quien dirigía el periódico.
#ATENCIÓN Medida de aseguramiento en cárcel para alias Popeye por magnicidio del periodista Guillermo Cano Isaza. En la misma decisión fue asegurado con medida no privativa de la libertad alias Maxwell, señalado hombre de confianza de Pablo Escobar pic.twitter.com/ikUT4mb9iD
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) 27 de mayo de 2019
La determinación fue dictada para ser cumplida una vez que 'Popeye' finalice su actual período de detención en la cárcel de mediana y máxima seguridad de la ciudad de Valledupar, prisión popularmente llamada 'La Tramacúa'. Así, el Instituto Penitenciario Carcelario (Inpec) ya fue comunicado sobre esta decisión y el acusado no va a recuperar su libertad como estaba previsto.
Por otro lado, Gustavo Adolfo Gutiérrez Arrubla, alias 'Maxwell', deberá presentarse de forma periódica ante las autoridades para comparecer, tendrá prohibido salir del país y deberá pagar "una caución equivalente a diez salarios mínimos legales mensuales vigentes" (el sueldo básico es de 246 dólares). Sin embargo, la fiscal del caso no dispuso su privación de la libertad.
Los motivos
Según las presunciones difundidas por la Fiscalía, las autoridades afirman que se hallaron "indicios" que podrían probar la participación de 'Popeye' en una reunión con los referentes del Cartel de Medellín, entre ellos el propio Escobar, donde se acordó atentar contra el comunicador.
Sobre 'Maxwell', se piensa que supuestamente realizó las tareas de inteligencia en Bogotá para tomar nota de los movimientos y rutinas de la víctima. Aquella información, afirma la Fiscalía, habría terminado en manos del grupo de sicarios que asesinó al periodista mientras se trasladaba del trabajo hasta su residencia.