Jeni Haynes, una australiana de 49 años, llevó ante la Justicia a su padre de 74 años, Richard Haynes, quien abusó sexualmente de ella tantas veces durante su infancia que la mujer tuvo que crearse 2.500 personalidades diferentes para poder hacer frente a ese horror.
En la sesión del juicio celebrado el 21 de febrero, se permitió a la demandante testificar contra su progenitor hablando con la voz de seis de esas personalidades, tras lo cual el hombre se derrumbó y se declaró culpable, reporta el portal news.com.au.
Según el medio, Jeni Haynes desarrolló un trastorno de identidad disociativo tras haber sido sometida a un duradero abuso sexual por parte de su padre entre las edades de 4 y 14 años. En el programa de televisión '60 Minutes', la mujer contó que su progenitor la "sometía a un severo, sádico y violento abuso" de manera "completamente inevitable y amenazante". "Eligió hacer eso todos los días de toda mi infancia", agregó.
El abuso fue tan terrible que Jeni Haynes quedó con lesiones graves y tuvo que someterse a cirugías para reparar su intestino, coxis y ano. Además, para afrontar todo lo vivido, la mujer se creó muchas personalidades diferentes, lo que, según el psiquiatra George Blair-West, es una táctica que pueden desarrollar los niños que sufrieron un importante trauma psicológico antes de la edad de 8 años. Sus 'alter ego' incluyen, entre otros, a una niña de 4 años, un chico de 11 años y un adolescente.
Ya de adulta, Jeni luchó durante años llevar a su padre antes los tribunales, que le permitieron contar su historia de abuso a través de las voces de sus múltiples personalidades. De acuerdo con Blair-West, esas personalidades "viven en diferentes realidades espacio-temporales", con lo cual, la mujer es capaz de sacar a luz mediante sus 'alter ego' ciertos episodios del pasado y describirlos "como si hubieran ocurrido ayer".
La próxima semana, Richard Haynes, acusado de múltiples cargos de violación, sodomía y abuso indecente, será sentenciado por la corte.