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Experto: "Mientras EE.UU. aumenta su fuerza militar, Irán demuestra su liderazgo en la diplomacia regional"
El experto Finian Cunningham opina que, seguramente, los países del golfo Pérsico ya se han dado cuenta de que Irán no es un "impostor desestabilizador" en Oriente Medio.
Mientras Estados Unidos incrementa su presencia militar en Oriente Medio, los futuros historiadores podrán referirse a Irán como el país que evitó una "guerra a gran escala" gracias a su alcance diplomático con sus vecinos, opina el periodista y experimentado escritor en asuntos internacionales Finian Cunningham.
El autor recuerda que a los buques de guerra, aviones y misiles estadounidenses se suman en los últimos días más tropas enviadas por el presidente Donald Trump, que también aprobó "la entrega de 7.000 millones de dólares en armas" a Arabia Saudita, con el fin de contrarrestar las supuestas amenazas de Irán. Mientras, la postura contrapuesta de los diplomáticos y funcionarios iraníes fue la de mostrar su deseo de concretar un pacto de no agresión entre todos los países de la región, recuerda el experto.
¿Es posible una cooperación entre las naciones del golfo Pérsico?
"Si pueden estar a la altura de las circunstancias, la solidaridad resultante sería un golpe para el dominio de Washington en Oriente Medio, donde los estadounidenses han tratado de aislar a Irán de sus vecinos", afirma Cunningham.
El experto pone como ejemplo de ello lo ocurrido la semana pasada, cuando el primer ministro iraquí dijo que su país estaba con Irán y que no permitiría que EE.UU. usara su territorio para llevar a cabo agresiones militares contra el país persa. En este sentido, destaca que para el funcionario iraquí "el desarrollo económico entre los dos países vecinos es inevitable", mostrando de esa forma su rechazo a las sanciones económicas impuestas por Washington a Teherán.
Para Cunningham, "pese a la constante propaganda liderada por Estados Unidos para demonizar a Irán como patrocinador del terrorismo, las relaciones regionales no se han envenenado de forma irreparable", como lo demuestran las buenas relaciones históricas que mantiene el país persa con Kuwait, Omán y Qatar. Sin embargo, recuerda que Arabia Suadita es una "excepción notable" debido a sus gobernantes y su corriente político-religiosa wahabí alejada de las tradiciones iraníes.
El analista cree que, seguramente, los países del golfo Pérsico ya se han dado cuenta de que Irán no es un "impostor desestabilizador", ya que la "devastación y el trauma" que Estados Unidos ha dejado en Oriente Medio está a la vista de todos. Cunningham recuerda que las agresiones van "desde guerras e invasiones ilegales" hasta el "patrocinio de cultos terroristas" con el fin de lograr un cambio de régimen, ello sin mencionar "la despreciable supresión de los derechos nacionales de los palestinos" respaldando una "ocupación ilegal del régimen israelí".
Según el experto, Irán y Rusia se unieron para salvar a Siria, un país de creencias múltiples, que fue "casi destruido" por la política estadounidense.
Los verdaderos lazos que unen a los países del Golfo Pérsico deben estar basados en intereses comunes a favor de la región y no en "afiliaciones religiosas partidistas", concluye Cunningham.
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