Tormentas, lluvias desbordantes y feroces ráfagas de viento han llevado destrucción a la zona central de Estados Unidos, donde se registraron fuertes inundaciones. Las precipitaciones castigaron al estado de Arkansas, donde el río del mismo nombre 'invadió' comunidades como Fort Smith, rodeando de agua viviendas y negocios.
Residentes del estado de Ohio, por su parte, se vieron obligados a navegar en sus autos por las calles que más bien se parecían a ríos.
Las secuelas de la tormenta también provocaron inundaciones en los estados de Oklahoma, Texas, Iowa, Misuri y a lo largo del río Misisipi.
Las devastadoras tormentas y una serie de tornados castigaron varios estados de EE.UU., dejando al menos seis muertos solo en Oklahoma y uno en Ohio, además de graves daños materiales. Se estima que en las últimas dos semanas en el Medio Oeste del país tocaron tierra más de 300 tornados.