Un escuadrón compuesto por seis cazabombarderos Su-34 realizó diversas maniobras de entrenamiento el pasado 28 de mayo, que incluyeron un ataque con misiles de penetración a objetivos ubicados en un polígono de la Fuerza Aérea rusa en la provincia de Kurgán (Distrito de los Urales, Rusia).
Durante ese ejercicio, los pilotos de las aeronaves lanzaron sus proyectiles durante una caída en picado desde alrededor de 2.000 metros de altura mientras volaban a 700 kilómetros por hora.
Los objetivos atacados con estas bombas de alta precisión simulaban refugios subterráneos que se encontraban a dos metros de profundidad, detalla el canal Zvezdá.

