Nuevo Hampshire acaba de convertirse en el último estado de EE.UU. en abolir la pena de muerte.
La medida fue aprobada este jueves tras obtener la mayoría necesaria en una votación del Senado estatal, pasando así por alto el veto que el gobernador del estado, el republicano Chris Sununu, anunció el mes pasado. La derogación ha entrado en vigor de inmediato.
La última vez que se aplicó la pena capital en Nuevo Hampshire fue en 1939, informa WFXT. En la actualidad, solamente un preso se encuentra en el corredor de la muerte. No obstante, todavía ha sido aclarado cómo afectará a su sentencia el reciente cambio legislativo.