El secretario de Relaciones Exteriores de Filipinas, Teddy Locsin Jr., despidió este viernes a la embarcación cargada de basura rumbo a Ottawa con un mensajes de "adiós" colgado en su cuenta de Twitter acompañado de fotos y videos de la nave. De esta forma, se cumplió antes de lo previsto la promesa de devolver "lo antes posible" a Canadá los desperdicios, medida que fue anunciada la semana pasada por presidente filipino Rodrigo Duterte.
Durante la noche de ayer se cargaron en un barco amarrado en el puerto de Subic, al noroeste de Manila, unas 2.500 toneladas de desechos domésticos (entre botellas de plástico, bolsas, periódicos y pañales).
Los contenedores de basura llegaron a Filipinas entre 2013 y 2014, y hace tres años un tribunal del país asiático declaró ilegal la importación de los residuos canadienses, que habrían sido incorrectamente etiquetados como plásticos para reciclar.
El Gobierno de Canadá asumió la responsabilidad y aseguró que tomaría "todas las medidas necesarias" para la eliminación segura de los desechos, si bien no cumplió con el plazo, según Reuters.