Descubren una sustancia en Plutón que podría indicar la presencia de un océano oculto

Los científicos creen que el planeta puede contener agua líquida bajo su superficie congelada debido al calor interno generado por la desintegración radiactiva de su núcleo.

Un equipo franco-estadounidense de científicos ha encontrado una prueba de la existencia de amoníaco en la superficie de Plutón, lo que podría indicar la presencia de un océano de agua líquida oculto bajo la superficie congelada del planeta, así como reciente actividad geológica del planeta, según el estudio publicado en la revista científica Science Advances.

Los especialistas analizaron los datos obtenidos por New Horizons, la sonda de la NASA que llegó al punto más cercano a planeta en julio de 2015. En particular, centraron su atención en un área de color marrón rojizo llamada Virgil Fossae situada cerca de una grieta larga en la superficie, debido a que el color del terreno indicaba la posibilidad de que este compuesto químico estuviera presente.

El amoníaco indica la presencia "de un ambiente que es propicio para la vida", explica la autora principal del estudio, Dalle Ore, en declaraciones al portal Space.com. Sin embargo, la experta precisa que ello "no significa que la vida está presente allí", sino que "indica el lugar donde debemos buscarla".

El amoníaco es "una molécula frágil que destruye la radiación ultravioleta, así como los rayos cósmicos", lo que sugiere, según la especialista, que cuando se encuentra en superficie, lleva allí desde un tiempo relativamente reciente de "unos millones de años antes".

Por esta razón los investigadores creen que el amoníaco ya estaba mezclado con agua de un océano subterráneo oculto que pudo salir "a través de grietas o fumarolas, siendo arrojado a la superficie" en el proceso de erupción de un criovolcán que expulsa elementos volátiles como el agua, el amoníaco o el metano.

Los científicos afirman que, pese a la temperatura de -230°C que reina en la superficie del planeta, es posible que Plutón contenga agua subsuperficial debido al calor interno generado por la desintegración radiactiva de su núcleo.