El mando aéreo estadounidense ha publicado en Facebook un corto video de las prácticas de uso de bombas guiadas de planeamiento GBU-39, realizadas desde un cazabombardero F-16 en un campo de pruebas en el estado de Nevada.
Las pequeñas dimensiones de esta bomba inteligente (mide solo 18 centímetros de diámetro) hacen que para la defensa aérea enemiga sea muy difícil detectarla e interceptarla, y sus aletas estabilizadoras plegables permiten que la GBU-39 pueda alcanzar objetivos situados a 100 kilómetros del punto de lanzamiento sin poner en peligro el bombardero.
La bomba fue creada para aumentar el número de objetivos destruidos en una sola misión. Otra ventaja de las bombas de planeamiento guiadas es que son mucho más baratas que los misiles de precisión y tienen un nivel aceptable de alcance.
La munición pesa 130 kilogramos, por lo que un soporte estándar bajo el fuselaje de una aeronave puede portar cuatro bombas de este tipo. La munición es compatible con los cazas F-15 y F-22, aunque se está trabajando para adaptarla también al F-16 y a un dron de ataque.
Tras ser lanzada, la bomba abre sus alas y puede planear más de 100 kilómetros, siempre que el lanzamiento se haya efectuado desde una altura de 10 kilómetros a velocidades supersónicas. Al acercarse al objetivo se conecta la ojiva de autoguiado de la munición, que actúa en tres modos —GPS, guía infrarroja y radar—, lo cual proporciona el impacto en un objetivo en movimiento con un margen de error de muy pocos metros.