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Trump se jacta de las ventas de gas natural licuado: "¡Enviamos libertad y oportunidades al extranjero!"

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El mandatario describió las exportaciones estadounidenses del GNL como verdaderas precursoras de la libertad, al tiempo que su país mantiene una pugna con Moscú por el mercado europeo.
Trump se jacta de las ventas de gas natural licuado: "¡Enviamos libertad y oportunidades al extranjero!"

El presidente de EE.UU., Donald Trump, se jactó de exportar "libertad y oportunidades" a la vez que Washington sigue intentando persuadir a sus aliados en todo el mundo para que compren su gas natural licuado (GNL) por un precio elevado.

"¡Grandes noticias! Como prometí hace dos semanas, el primer envío de GNL acaba de salir de la instalación de exportación de GNL de Cameron, en Luisiana. No solo se han creado miles de trabajos en EE.UU., ¡estamos enviando libertad y oportunidades al extranjero!", tuiteó el mandatario norteamericano.

"El gas de la libertad"

El pasado martes, el Departamento de Energía de EE.UU. emitió un comunicado de prensa anunciando la autorización de exportaciones adicionales de GNL, en el que dos representantes del gabinete se referían a ese recurso energético "el gas de la libertad". El comunicado fue pronto eliminado del sitio web del departamento.

El GNL —principalmente metano— es licuado artificialmente mediante enfriamiento para ser transportado de forma más sencilla y rentable, ya que al enfriarse su volumen disminuye. Desde julio de 2018, las importaciones totales de GNL norteamericano a la UE aumentaron un 272 %. En 2019, Estados Unidos se convirtió en el principal proveedor de GNL de la Unión Europea, con una participación del 13,4 %. Al mismo tiempo, la UE es el principal destino de las exportaciones de Estados Unidos.

Washington apuesta por el GNL y lo está promoviendo activamente en el mercado europeo, calificándolo de alternativa al suministro de gas ruso, incluso en el marco del proyecto del gasoducto ruso-europeo Nord Stream 2, cuya construcción está previsto que termine este año. Entre las entidades europeas involucradas en el proyecto figuran empresas de Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos y Austria.

Por su parte, Estados Unidos —preocupado por el futuro de los exportadores estadounidenses de gas natural licuado— insiste en que sus aliados de la UE abandonen el proyecto bajo amenaza de sanciones. En particular, la mayor presión se ha centrado en Alemania, puesto que gracias al Nord Stream 2 el suministro de gas natural de Rusia a Alemania podrá multiplicarse por dos. Pese a las amenazas provenientes de la Casa Blanca, Berlín ha optado por mantenerse firme en su decisión. 

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