El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha creado una confusión este 5 de junio al comparar la situación fronteriza en la isla de Irlanda con lo que pasa en la frontera sur de EE.UU. Lo hizo al mantener una rueda de prensa con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, pocos minutos después de aterrizar en el aeropuerto de Shannon.
El mandatario estadounidense llegó al país después de su visita oficial de tres días al Reino Unido, que está tratando de llegar a un acuerdo sobre la salida de la UE, de la que Irlanda forma parte.
"Creo que todo funcionará muy bien, y también para ti con tu muro, tu frontera", ha declarado Trump, dirigiéndose a Varadkar, con respecto al Brexit. "Quiero decir, tenemos una situación fronteriza en Estados Unidos, y usted tiene una aquí. Pero he oído que va a funcionar muy bien aquí", agregó el presidente de EE.UU.
El primer ministro irlandés no tardó en reaccionar: "Creo que una cosa que queremos evitar, por supuesto, es un muro o una frontera entre nosotros", ha asegurado en relación con Irlanda del Norte, que se encuentra en la misma isla y forma parte del Reino Unido.
"Creo que sí, creo que sí", ha contestado Trump. "La forma en que funciona ahora es buena, debes intentarlo y mantenerlo así. Sé que es un gran punto de discusión con respecto al Brexit. Estoy seguro de que va a funcionar muy bien. Sé que están muy concentrados en eso", ha concluido.
Evitar la frontera
Theresa May, la primera ministra británica saliente, se ha esforzado para negociar un acuerdo del Brexit que evite una dura frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
En opinión del Gobierno de Irlanda, la restauración de una frontera física arriesgaría la paz que se ha mantenido en Irlanda del Norte desde el Acuerdo del Viernes Santo de 1998 —que puso fin al conflicto armado en esta parte del Reino Unido— y también perjudicará a la economía irlandesa.
Por su parte, los políticos de Irlanda del Norte también quieren evitar el endurecimiento del régimen fronterizo.
Antes de este acuerdo, suscritito por los Gobiernos británico e irlandés, en la frontera de más de 500 kilómetros entre estas dos naciones existían controles de aduanas y controles fronterizos desde 1921, cuando se produjo la partición de la isla en Irlanda del Norte e Irlanda del Sur (que después se convirtió en el Estado Libre Irlandés y luego en la República de Irlanda).
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