Un estudio geológico realizado en el desierto de Atacama por investigadores de la Universidad Católica de Chile (UCN) halló varios condritos carbonáceos, meteoritos clave para entender la fase temprana de la evolución del sistema solar y probables causas del surgimiento de la vida en nuestro planeta.
Los objetos, encontrados entre las ciudades de Antofagasta y Taltal, se encuentran entre los primeros minerales formados de la nebulosa que circundaba al Sol hace 4.560 millones de años, según un comunicado publicado por la UCN el pasado jueves.
"Es el tipo de meteorito más primitivo conocido. Es una de las rocas que contienen los primeros materiales sólidos condensados, cuando se estaba formando el sistema solar, y que portan la evidencia más antigua de los primeros estadios de formación de los planetas", según la doctora Millarca Valenzuela, que encabeza el estudio.
"Si se logra medir esa composición [de los condritos carbonáceos], entonces podremos tener información sobre la composición de la nebulosa solar donde se estaba formando el cristal", explica.
Además, los elementos de la matriz de esos meteoritos sugiere su posible participación en el origen de la vida en la Tierra: tienen hasta un 5% de carbono y cuentan también con "minerales, agua y pequeños aminoácidos base y material orgánico abiótico […] que pudo ser la semilla desde donde el material orgánico pudo evolucionar hacia algo más complejo".
Previamente, un grupo de científicos de Francia e Italia detectó materia orgánica de hace 3.330 millones de años preservada en sedimento volcánico en las montañas de Barberton, que procedía probablemente de un condrito carbonáceo extraterrestre.
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