"Recuerden lo que pasó con Pompeya": alertan que el despertar de un gran volcán ruso puede ser catastrófico

La actividad sísmica y su magnitud han ido aumentando en los últimos años. Los científicos consideran que una posible erupción afectaría a "todo el planeta".

Un volcán en el Lejano Oriente de Rusia que hasta hace poco era considerado extinto ha despertado y existe una potencial amenaza de que en el futuro se produzca una poderosa erupción, según un estudio realizado por investigadores del Instituto Trofimuk de Geología del Petróleo y Geofísica de la Academia de Ciencias Rusa publicado en la revista Journal of Volcanology and Geothermal Research.

Se trata del volcán Bolshaya Udina (Gran Udina, en español), ubicado en la península de Kamchatka, que en los últimos años ha empezado a mostrar signos de vida tras ser considerado durante décadas inactivo.

"Cuando un volcán permanece en silencio durante mucho tiempo, su primera erupción puede ser catastrófica", dijo Iván Kulakov, jefe del laboratorio de tomografía sísmica del instituto responsable del estudio. Según el investigador, la ceniza lanzada tras una erupción de este tipo afectaría no solo a las poblaciones cercanas, sino también a ciudades de "todo el planeta". "Recuerden lo que pasó con Pompeya", agregó Kulakov, en referencia a la antigua ciudad romana que fue borrada del mapa por la erupción del monte Vesubio después de que este hubiera permanecido inactivo durante miles de años.

"Mientras que la erupción en Perú [del volcán Huaynaputina] en el año 1600 provocó un descenso de las temperaturas en Europa y una hambruna en Rusia", agregó.

El Bolshaya Udina, de 2.920 metros de altura, es parte de un macizo volcánico que también incluye al Malaya Udina (Udina Menor). Desde que en 1961 comenzara el monitoreo en la zona se registró una "única leve" actividad sísmica. Sin embargo, a partir del tercer trimestre del 2017 esa actividad se ha presentado con frecuencia y su magnitud ha ido aumentando gradualmente, hasta que en febrero pasado se registró un sismo de magnitud 4,3, el más fuerte en esa zona en toda la historia de las observaciones.

Iván Kulakov señaló que es "difícil" predecir con seguridad si el Bolshaya Udina entrará en erupción o si nuevamente se calmará. "Sin lugar a dudas, ahora tenemos que vigilarlo de cerca", comentó el geofísico. Según las estadísticas, alrededor del 60 % de los volcanes del mundo que empiezan a mostrar este tipo de actividad entran en erupción.

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