El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE), Marcelo Ebrard, indicó este lunes que aunque las conversaciones con EE.UU. continuarán el viernes, se ha acordado el despliegue de 6.000 funcionarios de la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala.
El anuncio de Ebrard ocurre a pesar de que las autoridades mexicanas no lograran un acuerdo con EE.UU. sobre cómo afrontar la crisis migratoria, ni convencer a Washington de evitar la imposición de aranceles, durante una reunión en la Casa Blanca.
El pasado 30 de mayo, el presidente Trump anunció que a partir del próximo 10 de junio EE.UU. impondrá aranceles del 5% a todos los productos que ingresen desde México, mientras ese país no detenga el flujo de migrantes.
Además, el mandatario advirtió que si hasta el 1 de julio la Administración norteamericana considera insuficientes los resultados, los aranceles crecerán hasta un 10%. Luego, habrá un aumento de las tarifas de 5% cada mes, hasta llegar a 25% en octubre.
En repetidas ocasiones, Trump ha acusado a los migrantes provenientes de México, Honduras, Guatemala y El Salvador de ser delincuentes y de representar una amenaza para su país.
Frontera reforzada
Antes del anuncio de Ebrard, la secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero, ya había informado sobre el reforzamiento de la frontera con Guatemala tras la "irrupción" de migrantes centroamericanos.
La funcionaria señaló que como "país soberano" tienen derecho a aplicar las leyes migratorias: "lo que queremos es regular a la población migrante para darles y poderles ofrecer servicios", sostuvo.
Por su parte, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo en rueda de prensa que esperaba un acuerdo con EE.UU. para que "no se apliquen estas medidas unilaterales".
Aunque el mandatario enfatizó que la postura de México es conservar "la amistad" con EE.UU., también manifestó que su Gobierno evalúa todas las opciones para responder a posibles gravámenes.