Hospitalizan al periodista ruso detenido bajo la acusación de tráfico de drogas
La Policía de Moscú detuvo este jueves a Iván Golunov, corresponsal del departamento de investigación del portal ruso Meduza, por presuntos cargos de narcotráfico, una acusación que el periodista niega.
Los agentes detuvieron al reportero, de 36 años, en el centro de la capital rusa cuando este se dirigía a un encuentro de trabajo. En la mochila se le encontraron varios paquetes que contenían mefedrona, una sustancia ilegal. La Policía informó en una declaración que también se encontraron sustancias ilegales en su apartamento y publicó imágenes de la presunta operación policial.
Poco después, se reveló que solo una de esas fotografías fue tomada en el apartamento de Golunov. El resto de las fotos se obtuvieron "como parte de actividades operativas y acciones de investigación" para frenar las actividades del grupo de narcotraficantes y se investiga si el detenido tiene alguna relación con ellos, explicaron desde el Ministerio del Interior.
Golunov asegura que los cargos son un montaje y que las drogas halladas fueron colocadas a propósito en su apartamento y en la mochila.
El abogado del periodista, Dmitri Dzhulái, indicó en una entrevista al portal Snob que el paquete con la sustancia ilegal presuntamente hallada en la mochila "estaba encima de todo". "Esto significa que alguien lo puso en el último momento, de lo contrario se habría mezclado con el resto del contenido mientras [Iván] caminaba", denunció Dzhulái.
Durante el interrogatorio, Iván Golunov dijo que fue sometido a la presión psicológica y violencia física, algo que las fuerzas de orden niegan.
Violaciones procesales
Además, el periodiosta denuncia una serie de violaciones procesales durante su arresto e interrogatorio. "Todas las acciones de la Policía se llevaron a cabo sin un abogado. La detención de Iván no fue reportada a sus familiares o colegas", dijo el letrado.
Según las palabras de Dzhulái, Iván cree que la detención "es una venganza por sus investigaciones". Sus colegas también asocian la detención de Iván con su actividad profesional relacionada con investigaciones de casos de corrupción. La directora general del portal Meduza, Galina Tímchenko, y el editor en jefe, Iván Kolpakov, dijeron que Golunov ya había sido amenazado antes por sus investigaciones.
La redacción del portal emitió una declaración en la que afirma que el periodista "es inocente", alega que está siendo perseguido por su trabajo y se comprometió a defenderlo "por cualquier medio disponible".
"Sabemos que en los últimos meses Iván había recibido amenazas, sabemos en relación a qué texto que él estaba preparando y podemos adivinar de quién [provenían las amenazas]. Meduza estudiará cada una de las acciones tomadas por los investigadores en el caso Golunov. Descubriremos por deseo de quién Iván está siendo perseguido y haremos pública esta información", reza la declaración.
Una serie de piquetes en apoyo al periodista han tenido lugar cerca del edificio del Ministerio del Interior en la capital rusa.
Contra Golunov se ha abierto una causa penal. El periodista trabajaba en varios importantes medios rusos y es conocido por haber escrito varios artículos denunciando la corrupción. La audiencia del tribunal sobre el caso tendrá lugar este 8 de junio.
El servicio de prensa del departamento moscovita del Ministerio del Interior ruso informó este sábado que el detenido empezó a sentirse mal. Después de examinarlo, los médicos de la ambulancia que acudió a la comisaría donde se encuentra Golunov "decidieron enviar al detenido a un centro médico para someterlo a una revisión".
Anteriormente, el abogado de Iván denunció que el periodista se sentía "muy mal". "Está sentado en el sillón, no entiende lo que está pasando, tiene una mala reacción a la luz. Quizás, no soy un médico, pero tal vez, esto se deba a una conmoción cerebral", aseguró.
Reacción
El sindicato de periodistas y medios de comunicación de Rusia se pronunció en una carta abierta contra la persecución de periodistas y expresó su indignación por la detención de Golunov. "Consideramos improbable que un investigador profesional que se ocupaba de temas extremadamente delicados (...) llevara consigo drogas en su camino a una reunión de trabajo". "Creemos que se cometió una provocación brutal y ridícula contra Iván Golunov", escribió el sindicato.
Por su parte, la Unión de Periodistas de Rusia también expresó su preocupación por este incidente y afirma que "supervisará de cerca los acontecimientos, reservándose el derecho de tomar las medidas apropiadas para proteger a los periodistas de cualquier acción ilegal, y está dispuesta a proporcionar la asistencia legal necesaria a los colegas".