Cientos de miles de personas han salido este domingo a las calles de Hong Kong (Región Administrativa Especial de China) para protestar contra un proyecto de ley que se debatirá en el Consejo Legislativo (Parlamento local) este 12 de junio. De ser aprobado, permitiría por primera vez que Hong Kong entregue los delincuentes fugitivos a China continental, a la isla china de Taiwán y Macao, lo cual es imposible bajo las leyes actuales de la región administrativa.
En la manifestación pacífica que empezó la mañana de este 9 de junio han participado "1.030.000 personas", según el Frente Civil de Derechos Humanos, que organizó la protesta. Por su parte, la Policía sitúa esta cifra en 240.000 personas.
Después de la medianoche se registraron los primeros enfrentamientos con la Policía. Los manifestantes intentaron irrumpir en el edificio del Consejo Legislativo.
Asimismo, construyeron barricadas de barreras de metal, señales de tráfico y contenedores de basura para bloquear algunas carreteras y empezaron a arrojar a los agentes varios objetos pesados, incluidas las barreras.
La Policía respondió utilizando porras y gas pimienta. Además se registraron peleas entre manifestantes y agentes.
Al menos dos policías, varios periodistas, incluido un cámara de un canal de televisión local, resultaron heridos. Asimismo, hay reportes de varios afectados entre los manifestantes.
Proyecto de ley
Este proyecto de ley se inspiró en el caso en curso de Chan Tong-kai, un residente de Taiwán, quien se fugó a Hong Kong después de matar a su novia embarazada en Taipéi el año pasado. Las autoridades de Hong Kong sostienen que las actuales normas para los delincuentes fugitivos deben actualizarse, ya que debido a una laguna en la ley de la región administrativa actualmente no pueden extraditar a Chan a Taiwán.
En general, la legislación actual de Hong Kong permite firmar un acuerdo de extradición con cualquier país, pero no puede hacerlo con el Gobierno Popular Central de China, o cualquier otra parte del gobierno de la República Popular de China, y por lo tanto no puede extraditar a fugitivos a Taiwán.
Sin embargo, esta iniciativa ha alarmado a los residentes de Hong Kong, que temen que esta nueva normativa se use para enviar a Pekín a los representantes de minorías y presos políticos.