La policía de Argentina investiga el presunto crimen de un diácono en la provincia de Buenos Aires, quien fue hallado sin vida en su domicilio, envuelto en sábanas y con una herida cortante en su cuello.
Se trata de Gullermo Luquin, clérigo católico de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora. Su cuerpo fue encontrado por un sobrino de 22 años, quien luego de advertir que su tío se ausentó el domingo a dar misa, fue a buscarlo a su domicilio, en Temperley, y lo encontró muerto.
El cuerpo de Luquin presentaba un golpe en la cabeza y cinco lesiones superficiales de arma blanca, una de ellas en el cuello, de acuerdo a lo establecido por la autopsia.
La principal sospecha de los investigadores es que se trató de un asesinato, posiblemente, a manos de una persona cercana al religioso, o que al menos conocía. En la casa no había señales de ingresos forzados, y tampoco faltaban elementos de valor.
Además, sobre una mesa de la cocina la policía halló una botella de bebida gaseosa y dos vasos servidos. De allí, los peritos recolectaron seis huellas dactilares.
El párroco, de 52 años, era además empleado del Banco Provincia de la ciudad de Lomas de Zamora.