El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tildado de "enemigos del pueblo" a los "medios de comuncación corruptos" que han informado sobre un supuesto plan estratégico de las autoridades de EE.UU. de reforzar los ataques cibernéticos contra las redes eléctricas rusas.
"Es un acto virtual de traición de lo que solía ser un gran periódico, tan desesperado por una historia, cualquier historia, incluso si es mala para nuestro país", escribió el inquilino de la Casa Blanca en su perfil de Twitter. "¡Harán o dirán lo que haga falta, sin pensar lo más mínimo en las consecuencias! Son verdaderos cobardes y, sin duda, ¡enemigos del pueblo!", agregó.
"Advertencia a Putin"
De esta forma, Trump responde a un artículo de The New York Times en el que se afirma que la Inteligencia estadounidense ha intensificado los ataques en línea contra las redes de suministro de energía eléctrica de Rusia. Remitiéndose a varios funcionarios gubernamentales anónimos, The New York Times sostiene que el supuesto aumento de los ciber ataques contra las redes eléctricas rusas es "una advertencia al presidente Vladímir Putin". Según el diario, esta medida podría conducir a un eventual apagón masivo en territorio ruso.
Asimismo, afirma que el país norteamericano colocó sus primeras sondas de reconocimiento en las redes eléctricas rusas en 2012 —cuatro años antes del escándalo sobre la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales—, pero hoy en día "la estrategia estadounidense se ha vuelto más de ofensiva". "Estamos trabajando a una escala que antes era difícil de imaginar", confesó al medio una fuente anónima del Gobierno de EE.UU.
Aunque la Administración rechazó la solicitud del diario de detalles sobre las supuestas acciones específicas que se llevan a cabo en este terreno, el medio supone que el plan de de las autoridades estadounidenses podría consistir en la infiltración de ciertos códigos maliciosos que puedan ser utilizados para vigilancia o incluso ataque.
En el artículo se señala que tanto el Pentágono como la Inteligencia de EE.UU. confiesan sentirse reticentes a la hora de compartir con Trump detalles sobre las operaciones contra Rusia, temiendo que pudiera revelarlos con funcionarios extranjeros.
"Guerra Fría digital"
Los partidarios de la estrategia antirrusa más agresiva —sostiene el periódico— alegan que la medida es necesaria en términos de represalia frente al malware, que Moscú, supuestamente, había insertado en las redes estadounidenses para poder sabotear centrales eléctricas, oleoductos, gasoductos o el suministro de agua, ante la posibilidad de que las relaciones bilaterales entre ambos países se vuelvan completamente hostiles o llegue a estallar un clinflicto.
Esto, no obstante, "conlleva un riesgo significativo de escalada en la Guerra Fría digital", señala el autor del artículo.
Debido a la falta de acceso a ciertos datos secretos, indica el periódico, de momento resulta imposible saber hasta qué punto EE.UU. ha logrado penetrar en el la red de energía eléctrica rusa y "si sería posible hundir a Rusia en la oscuridad o paralizar sus Fuerzas Armadas".
El asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, afirmó esta semana que EE.UU. tiene la intención de expandir las operaciones ofensivas en el ciberespacio. El objetivo de esta decisión "es decirle a Rusia o a cualquier otro [país] que esté involucrado en operaciones cibernéticas contra nosotros: 'Van a pagar un precio si descubrimos que lo están haciendo, y les haremos pagar hasta que entiendan que no vale la pena utilizar la informática contra nosotros", explicó el funcionario durante el encuentro anual de la red de jefes financieros de The Wall Street Journal celebrado este martes en Washington.
Rusia ha rechazado categórica y reiteradamente las acusaciones lanzadas en su contra por su supuesta participación en ataques en línea, subrayando la ausencia de pruebas concluyentes.
El pasado mes de octubre, en el marco de la 73.ª sesión de la Asamblea General de la ONU, Moscú presentó un proyecto de resolución sobre la ciberseguridad que prevé la creación de un grupo de trabajo especial encargado del establecimiento de estándares para el comportamiento de los estados en el espacio cibernético. Sin embargo, la iniciativa rusa no se llevó a la práctica.
En marzo de este año, durante una reunión con la junta directiva del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, el presidente Vladímir Putin alertó del "aumento de la actividad" de las agencias de inteligencia extranjeras, destacando que a lo largo de 2018 los servicios rusos interceptaron "129 oficiales de personal y 465 agentes de servicios especiales extranjeros".