Un turista de Nueva Jersey (EE.UU.), Joseph Allen, murió el pasado jueves en un centro turístico en la República Dominicana, sumándose de esta manera a un grupo de cuando menos otros ocho visitantes estadounidenses que han fallecido últimamente en circunstancias misteriosas durante su estancia en el país caribeño.
El hombre, de 55 años, fue encontrado muerto en su habitación en el hotel Terra Linda Resort, en Sosúa, donde celebraba el cumpleaños de un amigo, confirmó su familia a la cadena NBC News.
La noche antes de su muerte, Allen se fue a su habitación para ducharse y acostarse. Y al día siguiente una criada lo encontró muerto en el suelo, explicó un hermano del difunto, de nombre Jason.
"Prefiero no adivinar [quién tuvo la culpa] porque uno se volvería loco con eso, pero creo que algo está mal, y creo que debe investigarse sin importar cuánto dinero o cuánto tiempo cueste", dijo.
La semana pasada, una turista de 53 años se sumó a la lista de siete muertes de estadounidenses ocurridas en centros turísticos de República Dominicana en poco más de un año. La mujer, residente de Nueva York, viajó a la isla el pasado 5 de junio para festejar su cumpleaños y días después, extrañamente, fue hallada muerta en su habitación.
Se da la circunstancia de que todas las víctimas han sido de origen estadounidense, y como causas de fallecimiento se han señalado siempre fallos cardíacos o edemas pulmonares. Sin embargo, los familiares sospechan que tras estas muertes hay algo más serio que problemas de salud, pues algunos fallecieron después de ingerir alguna bebida del minibar de su habitación.