El Equipo de Investigación Conjunto (JIT, por sus siglas en inglés) del derribo del Boeing 777 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania en julio del 2014 —compuesto por investigadores de Países Bajos, Bélgica, Australia, Malasia y Ucrania—, ha nombrado a cuatro sospechosos en el marco de este caso.
Uno de los representantes del JIT, y jefe de la Policía neerlandesa, Wilbert Paulissen, precisó en el marco de una rueda de prensa que los sospechosos son tres ciudadanos rusos: Ígor Guirkin, Serguéi Dubinski, Oleg Pulátov y un ciudadano ucraniano, Leonid Járchenko. Según los datos del JIT, estas personas en estos momentos se encuentran en sus respectivos países.
"Las acciones de estas personas llevaron al derribo del avión. Aunque no se trata del hecho de que exactamente estas personas presionaron el botón, pero se sabe que participaron en el transporte del sistema de defensa aérea Buk al territorio de Ucrania", aseveró el representante del JIT y añadió que se emitirán órdenes internacionales de detención contra estos sospechosos.
Además, desde el JIT indicaron que no descartan la posibilidad de que el avión de Malaysia Airlines fuera derribado por accidente. "Existe la posibilidad de que los sospechosos quisieran derribar un avión militar y no uno de pasajeros, pero incluso si este era su plan inicial, deben responder por el MH17", aseveraron.
Además, desde el JIT indicaron que entre los materiales del caso no hay ningún dato procedente de satélites estadounidenses y admitieron que por el momento no tienen información acerca de la posible participación de los militares rusos en el derribo del vuelo MH17. "Ahora no tenemos pruebas contra personal militar en servicio, tenemos la información sobre las cuatro personas nombradas. Acerca de otros, todavía no tenemos información suficiente", aseveró el jefe de la Oficina del Fiscal Nacional de los Países Bajos, Fred Westerbeke.
Con respecto a los materiales de la parte rusa, que no forma parte de esta investigación, a pesar de su deseo de colaborar, el JIT indicó que estos archivos van a ser transmitidos al tribunal y esta autoridad jurídica decidirá cómo manejarlos.
Postura de Rusia
En respuesta a las recientes declaraciones del Equipo de Investigación Conjunto sobre una posible participación de militares rusos en el derribo del avión malasio en el cielo de Ucrania en verano del 2014, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha lamentado que "una vez más se están realizando acusaciones absolutamente infundadas con el fin de desacreditar a la Federación de Rusia ante la comunidad internacional".
"Al igual que en anteriores ruedas de prensa del JIT, esta vez tampoco se presentó ninguna evidencia concreta que respalde estas afirmaciones ilegítimas", han aseverado desde el ministerio ruso.
"Es obvio que el JIT sigue limitándose a argumentos poco inteligibles, formulados, entre otras cosas, con base a cuestionables fuentes de información. Al mismo tiempo, los datos proporcionados a la investigación por la parte rusa se siguen ignorando obstinadamente", prosigue el comunicado.
"Es más, los representantes del JIT declaran que Rusia se niega a cooperar de manera plena. Rechazamos fuertemente tales acusaciones. Desde el primer día de la tragedia, la Federación de Rusia ha estado interesada en sumo grado en establecer la verdad y está dispuesta a brindar asistencia integral a la investigación", reza el documento.
El Ministerio ha hecho hincapié en que Rusia ha estado cooperando activamente con los Países Bajos y ha proporcionado toda la información a su disposición acerca de la catástrofe del MH17.
"Como parte de este trabajo, las agencias especializadas rusas llevaron a cabo una gran cantidad de trabajos sin precedentes: desde la desclasificación de datos sobre equipos militares rusos y la realización de un complejo experimento por parte del consorcio Almaz-Antei, hasta la transmisión de datos de radar primarios y de la documentación que prueba la identidad ucraniana del misil que derribó al Boeing malasio, así como de exámenes de alta precisión que prueban la falsedad de los materiales de video en los que el JIT basa sus conclusiones", sostiene el comunicado.
Rusia ha reiterado que desde el principio se ofreció a participar en la investigación de la catástrofe. "En cambio, los investigadores internacionales negaron a Moscú una participación de pleno valor en el JIT, dando a los esfuerzos de la parte rusa solo un papel secundario". Por el contrario, sí convirtieron a Ucrania en un miembro de pleno derecho del JIT, lo que "le dio la oportunidad de falsificar pruebas y también de evitar la responsabilidad de no cerrar su espacio aéreo".
En estas circunstancias, la parte rusa sigue teniendo "preguntas justas sobre la calidad del trabajo del JIT". Pero a pesar de las preocupaciones sobre la parcialidad del proceso, Moscú "continuará colaborando en la investigación para establecer la verdad sobre el derribo del vuelo MH17 y que los verdaderos culpables del suceso sean justamente castigados".
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, el pasado febrero hizo hincapié en que las acusaciones sobre la supuesta participación de Rusia en el derribo del vuelo MH17 carecen de fundamento. En enero pasado, el fiscal general adjunto de Rusia, Nikolái Vinnichenko, declaró que la parte rusa no recibió del JIT la información que podría indicar la participación de ciudadanos rusos en el derribo de dicho avión.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso reveló que el misil que derribó al 777-200 sobre Donbass en el 2014 fue producido en 1986 en la empresa Dolgoprudni y enviado a la unidad militar de la URSS ubicada en Ucrania. También aseguró que los militares rusos no fueron partícipes del derribo y aclaró que "ningún sistema de misiles antiaéreo de las Fuerzas Armadas de Rusia ha cruzado jamás la frontera ruso-ucraniana".
Reacción desde el este de Ucrania
Un representante de las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), en el este de Ucrania, ha rechazado las conclusiones del JIT y aseveró que las acusaciones de la participación de la milicia local en el derribo del Boeing 777 no corresponden a la realidad.
"En repetidas ocasiones durante estos 5 años, hemos afirmado que las unidades de la RPD en el 2014 no tenían complejos antiaéreos capaces de derribar un objetivo aéreo de este tipo. Tampoco había especialistas capacitados para operar armas de esta clase", sostuvo.
El Boeing 777-200ER de Malaysia Airlines, que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue derribado el 17 de julio de 2014 en la región de Donetsk, en Ucrania. Todos los ocupantes murieron: 283 pasajeros y 15 tripulantes.