El Gobierno de Mauricio Macri acumula una serie de importantes derrotas en los comicios de las provincias argentinas, ya que de un total de 15 elecciones solo cosechó dos victorias en Jujuy y Mendoza. Así, tras otro "superdomingo electoral" con nuevos resultados negativos en buena parte del país, hasta ahora el peronismo y otras alianzas opositoras se impusieron en diez circunscripciones, mientras que los partidos netamente provinciales ganaron en tres.
La balanza parece inclinarse en contra de la actual Administración, en medio de una grave situación económica a nivel nacional. En la mayoría de los distritos se posiciona una camada de dirigentes que, al menos hoy, es afín al Frente de Todos, la alianza que propone las candidaturas de Alberto Fernández para presidente y la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner para vice. Sin embargo, es demasiado pronto para que el kirchnerismo cante victoria de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
En efecto, consultamos a tres expertos y todos ellos coinciden con que, más allá de que se genere un clima electoral adverso para Macri, nada asegura que el votante que haya elegido al peronismo en su provincia rechace al Gobierno nacional al momento de ir al centro de votación. Se trata, afirman, de dos escenarios completamente diferentes: "Cuando la gente vota en su ciudad o provincia, vota a nivel local. Si alguien va a votar a un intendente o gobernador, elige al que considere mejor, no lo vota por estar aliado con Macri o Cristina, para nada", sostiene el especialista Raúl Timerman.
Sin embargo, cada distrito presenta sus particularidades. En algunos territorios, como Formosa, el resultado parece resuelto. Allí ganó Gildo Insfrán con el 70% de los votos tras 24 años como gobernador, ya que hay reelección indefinida. "Es una provincia que suele votar unida y va a seleccionar un modelo nacional que sienta que acompaña mejor al modelo formoseño", pronostica el experto. Y aunque señala que los ciudadanos apoyan a las autoridades locales por su propia gestión más allá de la Presidencia, subraya que "con el kirchnerismo Formosa tuvo mucho apoyo del Gobierno central, pero con la Administración macrista el apoyo fue cero".
En otros distritos de mayor peso electoral la cuestión no es tan sencilla. Por ejemplo, Córdoba acaba de elegir al peronismo en la Gobernación, con el 57% de los sufragios, pero para Timerman ello no es determinante: "En 2015 el 73% de los cordobeses votó a Macri para presidente, osea que muchos que votaron a Macri, ahora votaron al futuro gobernador peronista. Entonces, no significa que no volverán a votar a Macri".
Por otro lado, repasa que el actual mandatario "ganó el 'ballotage' en 2015 contra Daniel Scioli por 600.000 votos, pero solo en Córdoba sacó una diferencia de 900.000". Con este panorama, el mismo clima de incertidumbre se vive en Santa Fe, otra importante provincia donde ganó el peronismo a nivel local, entre otros lugares clave.
Además, en Neuquén, Río Negro y Misiones ganaron partidos locales, es decir, sin conformación nacional, y en esos casos "los electores no siguen la decisión de los dirigentes provinciales con respecto a la elección nacional", afirma el entendido.
Asimismo, advierte que todavía faltan disputarse los comicios en distritos muy relevantes por su cantidad de electores: "Si uno toma todas las provincias donde hubo elecciones, hasta ahora votó el 43% del electorado. Faltan dos pesos pesados, que son la Provincia de Buenos Aires, que tiene el 37%, y la Ciudad de Buenos Aires, que es el 8%. Entre los dos suman el 45% de los votantes". Los ciudadanos de aquellos territorios votarán para las gobernaciones el mismo día de las elecciones presidenciales.
En sintonía, para el experto Raúl Aragón "la definición de la elección presidencial no está determinada por los resultados de las elecciones provinciales". La diferencia está en que "a nivel nacional se eligen dos modelos opuestos". Asimismo, subraya la ambigüedad de las agrupaciones peronistas que se impusieron en la mayoría de las provincias donde hubieron comicios: "Lo hicieron uniéndose, el peronismo 'K' [kirchnerista] con el 'anti K'". Por ello, es posible que no todos los ganadores concreten su apoyo a la fórmula de Fernández - Fernández.
A su vez, Aragón considera que la "reconfiguración de la política argentina hacia la centro izquierda y centro derecha renueva la construcción del sistema bipartidista, que se verá reforzado en las elecciones de medio término en 2021 y las presidenciales del 2023".
"Nueva ingeniería electoral"
Por su parte, la investigadora Shila Vilker acota: "Los resultados para Cambiemos [macrismo] en lo provincial efectivamente fueron adversos. No solo por los resultados en términos absolutos, sino por el comparado con las elecciones del 2015". Al mismo tiempo, aclara que "hacer una extrapolación de estos resultados a lo nacional, sin mediaciones, no sería adecuado". De modo simple, explica que el votante tiene otro "chip electoral".
No obstante, es innegable que "la sucesión de resultados adversos impacta negativamente en el Gobierno y la secuencia de malas noticias tiende a repercutir en el oficialismo". Y aunque en la opinión pública Macri obtuvo "una mejora importante en las últimas mediciones, ello todavía no se traduce en más votos". Según Vilker, la actual Administración continúa atravesando un momento crítico y es por ello que decidieron sumar al senador peronista Miguel Ángel Pichetto para la Vicepresidencia en una eventual reelección: "Irrumpe la posibilidad de una nueva ingeniería electoral, central en este momento de cierre, en particular en las provincias".
En efecto, aunque Pichetto no acumule votos, se estima que tal vez logre que varios gobernadores peronistas opten por la llamada boleta corta en las elecciones presidenciales: es decir, que sus listas no estén encabezadas por un candidato a presidente y que solo figuren sus candidatos al Congreso, para no arrastrar votos a los adversarios de Macri. "Son parte del armado que incidirá en el resultado final y que hoy representan una ventaja para el oficialismo", destaca la directora de la consultora Trespuntozero. Así, se cree que distritos como Misiones, Entre Ríos, Córdoba y Santiago del Estero podrían avanzar en ese punto medio, pero aún no están definidos.
Para concluir, la analista de opinión pública expresa: "La foto actual muestra una tendencia a la intensificación de la polarización, con una ventaja para la fórmula Fernández - Fernández, pero la elección sigue siendo aún competitiva".
- Algunos números
Como dijeron los especialistas consultados, no hay una regla lineal que traslade los votos de las gobernaciones hacia la próxima Presidencia.
Sin embargo, la consultora Explanans publicó un relevamiento donde señala cuántos papeles sumarían las alianzas presidenciales si se cuentan los sufragios que obtuvo cada dirigente afín al kirchnerismo, el macrismo o una "tercera vía" con Roberto Lavagna como candidato a dirigir el Ejecutivo: los aliados del Frente de Todos sumaron casi 3,5 millones de votos, los socios de Juntos por el Cambio 2,1 millones y los compañeros de Consenso Federal 662.000. Hasta ahora, 1,6 millones fueron destinados a políticos zonales indefinidos a nivel nacional. La estadística no incluye la provincia de Mendoza, porque allí solo se disputaron elecciones primarias.
De cara a lo que viene, el sábado 22 de junio se terminarán de definir las listas electorales y se sabrá de modo oficial qué rol jugará cada candidato en sus respectivas alianzas presidenciales. Falta poco, pero parece una eternidad.
Leandro Lutzky
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!