Este jueves, los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) afirmaron haber derribado un avión de vigilancia no tripulado de EE.UU., alegando que invadió el espacio aéreo iraní en la provincia de Hormozgán, cerca del estrecho de Ormuz.
Los CGRI entonces identificaron el aparato como un Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk, un dron que, según asegura Teherán, se encontraba realizando operaciones de espionaje y rehusó a cambiar su curso pese a reiteradas advertencias de radio.
El Pentágono confirmó que la aeronave corresponde al modelo RQ-4A, precisó que su derribo ocurrió el 19 de junio a las 23:35 GMT y divulgó un video que muestra el rastro de humo tras el desplome. No obstante, ha negado las acusaciones sobre la intrusión al territorio iraní, alegando que el dron operaba a gran altura sobre aguas internacionales, a unos 34 kilómetros del punto terrestre más cercano de Irán.
Según indicó el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, el aparato despegó del territorio de los Emiratos Árabes Unidos y voló casi cuatro horas con sus sistemas de identificación desactivados antes de que fuera impactado por un proyectil. El canciller afirma que segmentos del dron fueron recuperados en aguas territoriales iraníes.
Con 13,5 metros de longitud, 35,4 metros de envergadura, y un costo aproximado de 110 millones de dólares, el RQ-4 Global Hawk es capaz de volar por más de 24 horas continuas durante las que, según el fabricante, puede proveer imágenes e información de inteligencia de un área aproximada de 100.000 kilómetros cuadrados.
Medios iraníes señalan que el derribo de una de estas aeronaves fue obra del sistema de defensa Khordad 3, de fabricación iraní, develado en 2014 como un complejo antiaéreo con un alcance de entre 50 y 75 kilómetros que puede interceptar objetivos a una altura de entre 25 y 30 kilómetros.
Tras lo sucedido, la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) ha prohibido cualquier vuelo de aerolíneas estadounidenses sobre una zona de las aguas territoriales iraníes en el estrecho de Ormuz y el golfo de Omán.
Aumenta la tensión
El comandante de los CGRI, el general mayor Hossein Salami, declaró que Irán "no busca guerra" contra otras naciones, pero está listo para defenderse. "El derribo del dron americano fue un mensaje claro a América… nuestras fronteras son la línea roja de Irán y reaccionaremos fuertemente contra cualquier agresión", señaló.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, sugirió que el incidente pudo haber sido involuntario y obra de alguien "relajado y estúpido", pero afirmó que en el país persa cometieron "un error muy grande" con esta acción.
El mandatario añadió que se "sabrá pronto" si EE.UU. planea atacar a Irán luego de este suceso. Poco después, The New York Times reportó que el inquilino de la Casa Blanca aprobó varios ataques contra Teherán pero cambió de parecer de manera repentina.
Mientras tanto, la Secretaría General de Naciones Unidas ha pedido calma a las naciones involucradas. "Es importante que todas las partes ejerzan la máxima moderación y eviten cualquier acción que pueda inflamar la situación", indicó el portavoz Stéphane Dujarric.
Primeras imágenes
La agencia estatal de noticias iraní Irib News ha publicado este viernes las primeras imágenes del dron estadounidense RQ-4 Global Hawk, derribado por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán el pasado 19 de junio cerca del estrecho de Ormuz después de que violara el espacio aéreo del país, según mantiene Teherán.
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