Zenaida, una salvadoreña de 19 años, partió de su país natal rumbo a EE.UU. el pasado 9 de junio. Tenía la intención de llegar a California y encontrar un trabajo como empleada doméstica. Su padre, Darío, le había dado dinero para pagarle a un coyote (traficante de migrantes) para que la trasladara a Estados Unidos a través de México. El monto total de este 'servicio' era de 11.000 dólares.
"Los planes de ella eran hacerse un poquito de mejor vida, hacerse de sus cosas. Uno con esa esperanza se va allá. No vas a robar dinero, sino a ganarlo con el sudor del trabajo; nadie de mi familia ha robado", contó Darío en una entrevista telefónica con el diario mexicano El Universal. El hombre llevaba una década siendo jardinero en la ciudad estadounidense de Santa Cruz (California).
Sin embargo, Zenaida nunca llegó a su destino final. El 14 de junio, la joven fue asesinada a balazos en el estado mexicano de Veracruz. De acuerdo con el medio, la camioneta en la que la iba, junto con otros 16 migrantes, fue atacada cerca del municipio de Agua Dulce. Dos hombres, uno de 25 y otro de 55 años, resultaron heridos de bala, mientras que la joven murió al instante. El resto del grupo huyó del lugar, excepto el chofer, quien está desaparecido.
¿Qué sucedió?
Antes de que aparecieran informes oficiales del incidente, una sobreviviente del ataque se comunicó con Heidy, hermana de Zenaida, para contarle lo que había sucedido. Según alegó, los policías de Migración querían detener la camioneta en la que iban los ilegales.
"Ellos iban a orillarse para pararse, cuando los federales se cruzaron, dejaron ir una ráfaga de tiros", contó Heidy, repitiendo las palabras de la mujer, que detalló que Zenaida recibió una bala en la frente, ya que "iba al frente del motorista".
La Fiscalía General del Estado de Veracruz reveló que unidades, "al parecer, patrullas", persiguieron a la camioneta durante 20 minutos después de que el chofer escuchara unas sirenas al pasar un tope. De acuerdo con el organismo, "tres sujetos, al parecer policías, bajaron a golpes al conductor".
Por su parte, Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, aseguró que los tripulantes de la camioneta se negaron a bajarse y luego dispararon contra las fuerzas federales.
Mientras tanto, Rubén Figueroa, coordinador del Movimiento Migrante Mesoamericano, sugirió que este incidente podría explicarse por el reforzamiento de la seguridad, "donde se involucran autoridades que no tienen adiestramiento para tratar el tema migratorio".
La familia, dolorida
El padre de Zenaida decidió regresar de California a El Salvador cuando se enteró de la tragedia. Explicó que su esposa se encuentra grave de salud, por lo que él tuvo que encargarse de tramitar los papeles de repatriación del cuerpo de su hija y realizar el funeral.
Darío, que ya no podrá volver a EE.UU. porque no tiene documentos, contó que su familia se encuentra muy dolorida por la tragedia. Otras de sus hijas, Beatriz y Heidy, se preguntan por qué los agentes mexicanos dispararon a los inmigrantes, en vez de detenerlos y deportarlos.
"Los policías [de Migración] en vez de auxiliarlos y ver qué pasó, ¡se fueron como delincuentes! ¡como viles delincuentes, como si fueran a matar animales! ¿Qué les costaba tirarles en una llanta?, pero no fue así, era gente inocente, con tanto delincuente que hay, ¿por qué hacer eso?", lamentó Heidy.
"Ustedes no son de aquí"
Asimismo, los familiares de Zenaida señalaron que no tienen mucha esperanza de que su homicidio sea investigado a fondo y se haga la justicia, por su condición de centroamericanos.
"Nosotros, como no somos de México, la van a dar de baja [la investigación], porque eran inmigrantes. Vea cómo tratan a los inmigrantes en México. La mataron y ya, eso quedó atrás. ¿Nosotros cómo vamos a México a hacer una denuncia?, si van a decir 'ustedes no son de aquí y ella no tenía ni permiso para estar aquí'", sugirió una de las hermanas de la joven fallecida.