En medio de las tensiones entre Cuba y EE.UU., una flotilla rusa de buques de guerra, encabezada por la fragata Admiral Gorshkov, ingresó el lunes en las aguas de La Habana. Se trata del destacamento de la Flota del Norte de la Armada rusa, que zarpó de la ciudad de Severomorsk el pasado 26 de febrero, y ya ha recorrido unas 28.000 millas náuticas (casi 52.000 kilómetros).
En el marco de la ceremonia de llegada, la fragata Admiral Gorshkov, una de las naves de guerra más avanzadas de la Armada rusa, disparó 21 salvas en señal de saludo a la nación cubana, que fueron respondidas por una batería de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba desde la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña.
Entretanto, decenas de residentes locales se reunieron en la zona del puerto para dar la bienvenida a las naves rusas.
Según un comunicado del organismo cubano divulgado por medios locales, los tripulantes de los barcos rusos tienen programada una agenda de diferentes actividades de interés histórico y cultural en territorio cubano.
La llegada de los buques militares procedentes de Rusia, por primera vez desde 2013, se produce pocas semanas después de que Washington endureciera las sanciones contra el país caribeño. Como parte de las nuevas restricciones, el Gobierno de EE.UU. prohibió los viajes en crucero a Cuba.
De acuerdo a la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), alrededor de 800.000 reservas se han visto afectadas por la decisión de la Administración Trump.
La flotilla rusa atracó en la terminal que durante los últimos años sirvió para cientos de cruceros que llevaban miles de estadounidenses.