El cuerpo de agua más remoto del mundo, localizado en la mitad sur del océano Pacífico, es considerado como un desierto por poseer la menor cantidad y variedad de fauna marina. Y ahora los científicos saben cuánto de 'muerto' está.
Se trata del área alrededor del denominado polo oceánico de inaccesibilidad, también conocido como punto Nemo, que corresponde al lugar más alejado de cualquier costa. Este es precisamente el centro del denominado giro del Pacífico Sur, una corriente circular que abarca el 10 % de la superficie oceánica total del planeta.
El área, ubicada entre Chile y Nueva Zelanda, fue explorada por investigadores del Instituto Max Planck durante de seis semanas. En ese periodo recorrieron 7.000 kilómetros reuniendo muestras del agua a profundidades de entre 20 y 5.000 metros, para luego analizarlas a bordo del barco alemán FS Sonne en busca de material orgánico.
"Para nuestra sorpresa, encontramos aproximadamente un tercio menos de células en las aguas superficiales del Pacífico sur en comparación con los giros oceánicos en el Atlántico", indicó Bernhard Fuchs, participante en el estudio. "Fue probablemente el número de células más bajo jamás medido en aguas superficiales oceánicas", añadió.
La investigación halló que incluso las regiones árticas albergan más formas de vida que el giro del Pacífico Sur, donde solo habitan microorganismos especialmente adaptados para sobrevivir tanto a una falta de nutrientes provenientes de la costa como a elevados niveles de radiación ultravioleta.
Una sorpresiva conclusión de este estudio, publicado en la revista Environmental Microbiology, fue el hallazgo en la superficie del océano de una cantidad no esperada de microbios conocidos como AEGEAN-169, descritos por los científicos como especialmente resistentes pero que anteriormente habían sido reportados solo en aguas profundas.
Según Greta Reintjes, otra participante de la expedición, esta "interesante adaptación potencial" apunta a que la distribución de los microorganismos difiere significativamente a diferentes profundidades en estas aguas. Según los investigadores, estos resultados podrían arrojar luz sobre cómo sería la vida en otros planetas con hábitats extremos como este, que además de poseer las aguas más claras de todos los océanos es también un famoso cementerio de naves espaciales.
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