Perú y Brasil juegan la final de la Copa América menos pensada: ¿habrá 'maracanazo'?

El local viene de superar a su clásico rival, Argentina, y es el gran favorito, pero el visitante sorprendió a todos al golear a Chile, el actual bicampeón, y sueña con hacer historia. ¿Por qué no?

Este domingo a las 17 (hora local) en el estadio Jornalista Mário Filho, más conocido como Maracaná, se definirá la final de la Copa América 2019 entre Brasil, el anfitrión, y Perú, que buscará hacer historia en Río de Janeiro. El partido más inesperado está por comenzar.

Las entradas, que oscilaban entre los 260 y 890 reales (68 y 234 dólares, respectivamente), están completamente agotadas. Así, quien quiera asistir sin su respectivo tíquet deberá arriesgarse a conseguir algo en la reventa, tal vez gastando el equivalente a un salario entero. La euforia será total, y en su gran mayoría 'verdeamarela'. En ese mítico estadio, donde también se jugó la final del Mundial 2014, caben más de 87.000 personas

Pero fuera del intenso clima que se vivirá en la cancha, no son pocos los hinchas neutrales latinoamericanos que por unas horas se colocarán la camiseta blanca y roja. Es que Brasil es el gran favorito, o al menos tiene los pronósticos más favorables, por su juego y la localía. También es el país más exitoso en la historia del fútbol internacional, habiendo ganado cinco mundiales.

Por lo general, al resto de los aficionados le seduce la idea de que triunfe la selección "más pequeña", en términos futbolísticos, o aquella que pueda dar el batacazo y enmudecer al mismísimo Maracaná. Millones de latinos querrán que gane Perú, aunque ello no se perciba alrededor del césped.

Cualquier parecido con David y Goliat es pura coincidencia. 

Así llegan los equipos

Hasta el momento, Brasil está cumpliendo con las expectativas. En la fase de grupos, cosechó dos triunfos y un empate. En cuartos de final, ante Paraguay, igualó y pasó por penales, a pesar de haber desplegado buen juego durante el encuentro. Y con Argentina, su clásico rival, ganó 2 a 0, habiendo llegado al arco contrario solamente dos veces y con polémicas en el arbitraje, pero cumpliendo ante su gente y enalteciendo la moral del equipo. El dato clave: desde que empezó la copa no recibió ni un solo gol en contra

Sin Neymar, su máxima figura, quien se perdió el torneo por una lesión, en líneas generales el país organizador demostró buenos rendimientos. No obstante, a la ausencia de su estrella se le suma la baja de Willian, el atacante del Chelsea de Inglaterra, quien se perderá la gran final por una molestia muscular. 

En contrapartida, el humilde e imprevisible Perú es el mejor ejemplo de que un tropezón no es caída: en la etapa de grupos empató con Venezuela sin goles, solamente le ganó a Bolivia —los plurinacionales perdieron contra todos sus rivales— y finalizó la serie con una apabullante derrota ante Brasil por 5 a 0.

Tras este flojo desempeño, llegó a los cuartos de final por ser el mejor tercero de los grupos. Luego, igualó 0 a 0 con Uruguay y lo eliminó en los penales. En la semi, sorprendió a propios y extraños. Se enfrentó a Chile, actual bicampeón, y lo goleó por 3 a 0 con una actuación sobresaliente en el clásico del océano Pacífico. Ahora, volverá a medirse con su principal verdugo.

Por lo pronto, resta por ver si Brasil irá en busca de la victoria en los primeros minutos atacando con mucho dinamismo, como hizo contra Argentina, o si jugará con más cautela, considerando que es una final. Al rival ya lo conoce, aunque la versión que llega a Río parece estar renovada. 

Lo más destacable para la previa del partido

¿Se repetirá la historia?

Leandro Lutzky

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